El pasado 14 de diciembre de 2020 la Ciudad de Valcheta, Provincia de Rio Negro, fue una de las ciudades del norte de la Patagonia Argentina, que a las 13,18 hs del mediodía y durante dos minutos y 10 segundos se hizo de noche en pleno día, producto del eclipse solar.
Ahí estuvo presente Elian Wolfram, un investigador tresarroyense, Doctor en Física, miembro del CONICET (actualmente de licencia) y Director Redes de Observación del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que, mientras pasa unos días en Claromecó, “su lugar en el mundo”, como le gusta definirlo a él y muchos más, encontró el momento de compartir la experiencia de presenciar por primera vez un eclipse total de sol en la franja de totalidad, novedades sobre la capa de ozono y el cambio climático en el mundo.
La curiosidad de Elian por estos fenómenos viene desde la cuna: “siempre fuí curioso, vengo de una familia que estuvo relacionada con la tecnología, la invención y me gustó mucho la astronomía. Meter mano en los aparatos, hacer mediciones. Por eso me dedico hoy en día a una rama de la física observacional particular de la atmósfera”.
Así llegó el esperado 14 de diciembre, el día del eclipse en Valcheta.
Apasionado por la astronomía, poder obsevar el primer eclipse solar en su totalidad lo describe como una oportunidad única, “fue unir mi profesión con mi pasión y ver un eclipse total de sol en la franja de totalidad es una experiencia única que se la aconsejo a cualquiera que le guste este tipo de fenómenos naturales, porque, es algo espectacular”, asegura entusiasmado.
El fenómeno natural del 14 diciembre fue el primero que observó como profesional, ya que sus anteriores experiencias, incluso en Claromeco en el año 86 /87, habían sido parciales.
Sin embargo, después de sortear los riesgos de perderse todo a raíz de la pandemia, finalmente pudo lograrlo y traerse observaciones singulares, “este eclipse fue particular porque se produjo cuando el sol estaba casi en el cenit a la altura máxima que alcanzaba, eso lo hacía especial para hacer una serie de estudios del impacto que tiene este tipo de fenómenos sobre la atmosfera. Justamente se usó un eclipse para eclipsar al sol y ver las estrellas por detrás del sol y demostrar que Einstein tenía razón” agrega en relación a la importancia de los estudios que se realizan “pasan una serie de fenómenos turbulencias, de baja de la temperatura, de cómo ese apagar la fuente de energía que es el sol como calor, compite con lo que hacen las nubes.”
Los estudios realizados
El Servicio Meteorológico Nacional y otras instituciones de investigación realizaron mediciones durante el eclipse relacionadas al impacto que producen en parámetros meteorológicos básicos como, temperatura, radiación, viento y presión; para posteriormente compartirlos en otros grupos de investigación de Argentina que hacen sus propios estudios.
Según explicó el físico tresarryense, los resultados inmediatos derivados de un análisis superficial de las mediciones, comprobaron que el impacto de este ensombrecimiento en la temperatura fue de aproximadamente bajo dos grados centígrados, “las mediciones que hicimos no reflejan algo novedoso, pero van a asistir otras investigaciones que tendrán otro curso y no están hechas todavía”.
El eclipse del 14 de diciembre fue una experiencia que no se repetirá en 28 años
Ozono y esperanza
La capa de Ozono ocupa un lugar especial en su vida: “mi corazón está metido ahí” y eso se debe a que fue su tema de investigación: “fuí uno de los pocos que hizo observaciones con técnicas novedosas como “lidares” que son radares ópticos utilizando laser para medir en el sur de la argentina la capa de ozono.
En relación al agujero de ozono, Elian explica que: “es un fenómeno antropogénico, el hombre genero un desbalance en el contenido químico de la atmosfera que descubrió mucho tiempo después que lo había generado el.
Destaca como evento positivo que protocolos internacionales han frenado la emisión de gases y se ha comprobado que están en declive y agrega: “entonces se va a sanar, se va curar la capa de ozono, pero no será inmediato, el periodo de recuperación dependerá de cómo estos gases siguen estando”.
En ese sentido, destaca que es un fenómeno cíclico que va a seguir, “no hay que darle bolilla a algunas notas periodísticas que dicen, ‘se cerró el agujero de ozono’ ¡No! se cerró este año, pero va a volver a venir el año que viene y se va a volver a cerrar” indica que “hay una tendencia a la recuperación, pero no está sanado completamente, no estamos como hace 30 años atrás”.
El cambio climático
Antes de referirse a otros de los temas que más preocupan a los habitantes del mundo, Elian, aclara que el cambio climático no es su especialidad, pero considera que la quema de combustibles fósiles, la emisión de dióxido de carbón es lo que hay que cambiar.
“Ya hay una voz de alarma que es casi imperiosa para que la humanidad deje de tener el mismo vector de energía que es la quema de combustibles fósiles. Estamos a punto de ya no tener retorno para la solución”, dijo antes de referirse al descongelamiento del Ártico y la Antártida y sus efectos en la naturaleza, “esa agua dulce que se ingesta al mar cambia las corrientes oceánicas que son el termostato real que regula la temperatura en nuestro planeta. O sea, aumenta el efecto invernadero”
“La historia –agrega- pasa por decir ¡Listo! Nos dimos cuenta como sociedad mundial y cambiar la matriz energética y utilizar energías renovables, solar, eólica, biomasa para dejar de emitir CO2”.
Ya en el cierre, Elian se refiere a la naturaleza del sitio elegido para pasar sus vacaciones de verano, el lugar donde le gustaría pasar sus días con mayor frecuencia,
“Claromeco es mi lugar en el mundo mi conexión con la naturaleza, el contacto con la naturaleza que no tengo en Buenos Aires, porque vivo en cemento”, concluyó.
“Claromeco es mi lugar en el mundo mi conexión con la naturaleza, el contacto con la naturaleza que no tengo en Buenos Aires, porque vivo en cemento”, concluyó.
