Sin fuertes tormentas de viento, ni precipitaciones importantes como tampoco crecidas del arroyo que hayan podido generar el corrimiento de arena en la zona de playas céntricas, se disparó la preocupación por lo ocurrido en la zona del parador Borneo y en el día de hoy llega a Claromecó el doctor en Ciencias Naturales Federico Ignacio Isla.
El también investigador del Conicet, y además responsable del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario en la ciudad de Mar del Plata, lleva adelante un trabajo de control sobre las playas de Claromecó, Reta y Orense a partir de un convenio entre el municipio y el organismo público de investigación.

Federico Ignacio Isla
Si bien no desconoce la presencia de piedras sobre sectores céntricos, Isla manifestó que le sorprende “por qué se descubrieron”.
“Sorprendidos”
“Estuvimos tratando de averiguar. Sé que hubo viento sur pero no fue tan intenso como pensábamos lamentablemente, el medidor de olas de Necochea no está operando para saber qué altura tenía el oleaje”, dijo el investigador en referencia a esas playas en declaraciones hechas en “Cosas que pasan” (Onda Uno).
Pero también apuntó que en Mar del Plata se registraron vientos del sudeste “pero con una ola de 80 centímetros, lo cual no es tan grave”.
También consultó en Claromecó por la crecida del arroyo. “Por ahí cuando crece ayuda a que las olas lleguen con más fuerza, erosione la playa más baja -la que está en contacto con las piedras-”, dijo en alusión al evidente retiro de la arena de la zona de bañistas en el área de parador Borneo.
También relevó que “hubo descubrimiento de piedras más cerca del centro de Claromecó, más hacia el arroyo. Pero me cuentan que el arroyo no ha crecido tanto. Por eso estamos bastante sorprendidos”, afirmó Isla que decidió en consecuencia adelantar su visita a Claromecó.
También relevó que “hubo descubrimiento de piedras más cerca del centro de Claromecó, más hacia el arroyo. Pero me cuentan que el arroyo no ha crecido tanto. Por eso estamos bastante sorprendidos”, afirmó Isla que decidió en consecuencia adelantar su visita a Claromecó.
A la localidad balnearia del distrito no ha llegado durante el transcurso del confinamiento por coronavirus; y en consecuencia han quedado pendientes de rehacer los perfiles de control costero.
“Aparentemente no fue como en septiembre de 2019 cuando hubo una sudestada muy fuerte”, dijo al recordar que en aquella oportunidad las piedras habían quedado al descubierto por el impacto de un temporal de viento que duró entre tres y cuatro días.
Sugieren
Para contrarrestar los efectos de la erosión, Isla viene recomendando a la delegación de Claromecó la aplicación de enquinchados. Con esa medida “la idea es mantener la fuerza del viento, regularla, para evitar que la arena se acumule en las dunas y que desaparezca del sistema”.
Igualmente se mostró “sorprendido” por lo que recientemente ocurrió en Cariló. Confió que “donde mejor manejaban la arena ahora tienen un problema de erosión costera porque los enquinchados han juntado demasiada arena”.
Explicó que como “ha habido muchos estacionamientos donde se quitó arena, hoy día hay balnearios que están preocupados porque tienen un problema de erosión costera”.

Vaciar enquinchados
En consecuencia recomendó que “cada tanto habría que vaciar los enquinchados -cuando se vea que está avanzando la línea de agua hacia las zonas de playa- sobre todo donde hay balnearios muy preocupados porque se han quedado sin playa”.
Indicó que el caso de referencia ocurre en el balneario Hemingway, de Cariló, donde -por ejemplo- “se están quedando sin playa para las carpas”.
“Es algo que expliqué otras veces, hay que fijar arena sin fijarla demasiado. Parece incongruente, pero la idea es disminuir la cantidad de arena que trepa de las playas hacia las dunas para que no pase donde crecen dunas muy altas. Sabemos que la necesidad es fijar arena, pero no tanto para evitar la erosión de la playa”, describió el investigador.
Isla contó que también habló con Néstor Zoquini, el empleado municipal de la delegación encargado de instalar los enquinchados.
“Lo consultamos por si el arroyo había crecido, si había lluvias muy grandes, porque cuando el nivel freático aumenta esa interacción entre la playa, encima de rocas, hace que fluya agua subterránea y que pueda ayudar a que se ponga en movimiento la arena y las olas se la lleven”, sostuvo.
Y también indicó que -a él y a su equipo- le interesa “que pudiera tener mucha influencia el aumento de la napa freática, es decir que escurriera subterráneamente el agua entre arena y piedras, porque por debajo de las piedras el agua no puede escurrir”.
Previamente
Consultado por los consejos brindados a las autoridades municipales, señaló que “en julio del año pasado querían ampliar una zona costanera de Claromecó, hacia el arroyo y les advertimos que hay momentos en que el arroyo se desvía naturalmente hacia el este, y que por lo tanto no era conveniente poner construcciones rígidas cuando puede ser que el arroyo pueda socavarlas”.
Explicó Isla que “sabemos que naturalmente -por efecto de los vientos del oeste sudoeste- el arroyo migra hacia la zona de Claromecó. Por lo tanto evitemos construir sobre todo a niveles altos de la playa obras duras –se quería pavimentar- cuando puede ser socavado por el arroyo”, dijo al concluir.