El tiempo suele ser el testigo, y por ello, el juez inexorable dónde abrevar la verdad. Marca y determina en cada etapa transcurrida, qué pasó, cuándo y con quién. Es indeleble e indestructible, analizado con honradez, su trayectoria y sus resultados.
Ese tiempo cumple una vez más en señalar a la Cooperativa de Cascallares en el sitial de continuo progreso y superación de sus capacidades de desenvolvimiento individual y colectivo, con pretensión de permanente superación.
Siempre con conducta institucional en las decisiones de quienes conducen la misma, todas personas con jerarquía moral y administrativamente, responsabilidad y criterio, que han impulsado al exitoso resultado de un presente con potencialidad económica sobresaliente y trayectoria de encomiable conducta.
Una organización con equilibrio emocional para marcar derroteros, alejados de la polémica o las discusiones sin sustancia, impropias de sus principios de acción. La entidad se ha erigido, por propia decisión, apuntalada por esa decisión, sin flaquezas o especulaciones en una de las referentes más importantes de Tres Arroyos en su rubro, no sólo por el éxito de su gestión, sino también por la conducta de quienes la dirigen.
Un doble orgullo, por objetivos cumplidos, y por un prestigio, bien logrado, de quienes la dirigen para alcanzarlo.
Un doble orgullo, por objetivos cumplidos, y por un prestigio, bien logrado, de quienes la dirigen para alcanzarlo.
Fiel a los principios que le dieron forma y contenido en la importancia de su ascenso, supo conservar la humildad y el respeto a su origen, designando su nombre como Cooperativa de Cascallares. Con esto respondieron al honor de sentirse auténticos, respetando la sede geográfica del pueblo de campaña que les cedió su terreno y expresando el orgullo legítimo de pertenecer a esa pampa húmeda, fértil y generosa, donde los centenares de socios tienen sus predios.
Cuando la importancia que ha logrado la entidad no olvida la humildad de su origen, confirma una posición ética de respeto, por quienes la fundaron y donde la concretaron.
Cada habitante de Cascallares se “siente” un poco dueño. Lo expresan cuando se refieren a la misma como “nuestra cooperativa”. Esta no los abandona apoyando siempre sus anhelos, sus necesidades y sus posibilidades de progreso. La quieren y la respetan, no sólo por la permanente atención que reciben, sino también por el legítimo “ego” de sentir que su pueblo de campo es conocido en la Argentina como poderoso exponente, de contener en él, a una empresa cooperativa de sobresalientes resultados.
Pese a los permanentes avatares cambiantes de la economía nacional, los años transcurridos no han variado su compromiso con los asociados, porque los descendientes de los fundadores fueron incorporándose a los cuadros de conducción, con el necesario advenimiento de las nuevas tecnologías productivas y adecuación a la modernidad de los actuales sistemas de comercialización. Esto no fue obstáculo para conservar los iniciales principios éticos y de acción de sus antecesores.
A esto, que no es poco, le han agregado una determinación de enorme significación social. Es la Cooperativa con los mayores aportes económicos a entidades de bien público de nuestro medio, que todos los años actualiza sus valores. El distrito de Tres Arroyos tiene en su conciencia la merecida inmensa gratitud de todos los que reciben ese gesto humanamente solidario.
Propios y extraños reconocen y valoran la sobresaliente conducción de la Cooperativa, que ha llevado a la entidad a ganarse el respeto y reconocimiento, de los que conocen su auspicioso y sustentable resultado positivo. Tienen y conservan una conducta clara y contundente que nunca se desvía: no respuesta al agravio, sí respeto a todo aquello constructivo, beneficioso, para quienes con ella operan.
Desde sus colaboradores, en todas las secciones, su gerencia, de férrea disciplina en la búsqueda de la excelencia conductiva, y su Consejo de Administración, todos unificados, la Cooperativa fue elaborando en el proceso de los años transcurridos, la realidad que hoy celebra.
El movimiento se demuestra andando y con ello convierte a la realidad en la única verdad. Siento de manera personal una gran admiración por la trayectoria, como tantos miles de tresarroyenses, que reconocen y admiran su actualidad.
Que se cumpla otro feliz cumpleaños, con el prestigio y respeto merecidos para la Cooperativa de Cascallares.