Ir al contenido

Noticias más leídas

“GES” tuvo que renunciar para triunfar

El boxeador profesional, Guido Emmanuel Schramm, que decidió calzarse los guantes al ver un combate de Maravilla Martínez, peleará esta noche en la playa de Miramar, situada en la localidad de Guaymas en el estado de Sonora, México. Se medirá en seis vueltas –dentro de la categoría welter-, con el mexicano de 32 años, Juan de Jesús Angulo González, que posee un récord compuesto por 22 triunfos (15 de ellos antes del límite) y 16 fracasos; de los cuales 14 fueron por nocaut. 

Apodado “GES”, por las iniciales de sus dos nombres y apellido, nació el 15 de diciembre del 1995 en Morón. Comenzó a practicar boxeo luego de ver el tan recordado, dramático e importante combate que paralizó el país, en el cual el quilmeño Sergio Maravilla Martínez derrotó a Julio Cesar Chávez Jr. –el 15 de diciembre del año 2012 en Las Vegas- y se adjudicó el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo. 
“Me inicié en el 2014, empecé como hobby y me fue gustando cada vez más. La pelea Maravilla-Chávez fue la que me motivó para arrancar. Después de esa noche quedé pensando muchísimo. Me gustaba el boxeo, pero esa pelea fue mi empujón”, expresó GES vía comunicación telefónica y recordó con nostalgia: “Tuve el honor de hablar con Sergio y que me firme el libro de él. Nos sacamos una foto, pero me robaron el celular y nunca más la recupere. Ojalá algún día pueda volver a tener una charla con él”. 
A la mayoría de los boxeadores les cuesta y transitan un duro y largo camino hasta alcanzar sus objetivos. Si bien a Emmanuel le costó y mucho, es un caso diferente. Tuvo que renunciar a su trabajo para vivir este presente. “Yo trabajaba, estudiaba y entrenada. Una vez que terminé el colegio tuve que elegir entre dos opciones. O me dedicaba al boxeo de lleno o seguía trabajando”. 
La atracción por el deporte de los puños triunfó a la hora de elegir y finalmente fue necesario dar un paso hacia atrás para avanzar. “Decidí dedicarme de lleno a esta actividad. Sólo le pedí a mis padres que me ayudaran con el boleto para tomar el colectivo y así poder ir a entrenar y que me apoyen en mi sueño. Pasé de tener un trabajo, en el cual ganaba bien, a no tener un peso e ir a entrenar con la tarjeta SUBE de mi mamá o mi papá. Mis amigos me regalaban botitas, guantes y mi entrenador también colaboró mucho”, comentó el boxeador de 25 años de edad y detalló: “Tenía un buen trabajo, ganaba bien, pero si quería dedicarme de lleno al boxeo sólo tenía que hacer eso. Le dije a mi novia: ‘mira, yo me voy a dedicar sólo al boxeo, necesito que me apoyes en esto’. Y me bancó. Me dediqué cien por ciento a esto y ahora comencé a ver los frutos del sacrificio, pero me costó mucho, a veces quería llevar a mi novia a comer algo o tomar algo y no podía porque no tenía plata. Hoy en día puedo darme esos gustos y otros que antes no podía. Todo llega con el esfuerzo propio”. 
 Hermano de tres varones y una mujer, junto a sus padres completan una familia de siete integrantes. El hermano más chico y la hermana son boxeadores amateurs. De chico aprendió a valorar el dinero e intentó ganarse siempre lo suyo. “Mi papá es camionero de larga distancia, a nosotros nunca nos faltó nada, pero se lo que le costaba ganarse la plata y llevar el pan de cada día a nuestra casa. Por eso yo no le pedía nada y me la rebuscaba para trabajar. Hacía trabajos de albañilería con el padre de un amigo. Después me dediqué a la carpintería, armaba sillones. Mi papá me decía: ‘vos estás estudiando y entrenando, dedícate sólo a eso que yo te banco’, pero yo no quería. Desde los 15 años me compro sólo mis cosas. Se lo que cuesta ganarse la plata por eso yo intentaba ganarme lo mío” expresó Schramm. 
Supo construir una interesante carrera amateur, compuesta de 49 combates y conquistó seis títulos en dos categorías diferentes -cuatro en superwelter y dos en mediano-. El 20 de abril del 2019 dio el salto y paso al profesionalismo, al vencer por nocaut en el cuarto asalto a Sergio Damián Ponce. Hoy tiene un récord compuesto de diez victorias, siete de ellas por la vía rápida y un empate. En este año ya realizó dos combates, ambos finalizaron antes del límite. El último fue el pasado 10 de abril en México. 
Gracias al trabajo de su padre, cuenta con el apoyo del gremio de camioneros y además tiene sponsors que lo ayudan para poder dedicarse solo a entrenar. Estuvo realizando una preparación, de dos meses y medio en Los Ángeles, junto a Brian Castaño y el miércoles llegó a México, donde espera para combatir. 
“Me siento muy bien, estoy en un nivel muy bueno. Vine muy entrenado, pero en Estados Unidos me potencié más. Junto al preparador físico Matías Erbin y mi entrenador, Leo Lara, estoy trabajando muy duro a la par del campeón del mundo”, comentó el boxeador, quien resaltó la importancia de Erbin en el equipo, “Matías es muy intenso, trabaja muy bien y está siempre encima de todos los boxeadores. Me siento muy cómodo con él, mejoró mucho mi parte física” y además especificó sus planes a futuro, “por la visa sólo me puedo quedar seis meses, de los cuales llevo casi tres. La idea es combatir en México el sábado, luego realizar una pelea más en Estados Unidos, ver el combate de Brian y volver a Argentina para seguir entrenando y tratar de pelear por el título welter, ya que estoy en el puesto N°2 del ranking nacional. Después quiero ir nuevamente a Los Ángeles y continuar mi carrera fuera de mi país”. 
Teniendo en cuenta que entrena a la par de Brian Castaño -quien se prepara para disputar cuatro cinturones frente a Jermell Charlo el próximo 17 de julio-, fue imposible dejar pasar la siguiente pregunta: ¿Cómo lo ves a Brian de cara a esta chance? 
“Para mí Castaño se lleva la victoria por puntos. Charlo es muy bueno, pero es un boxeador pausado. El Boxi debe trabajar más cerrado. Para mí va a las tarjetas y se la lleva él, ojalá sea así. Supera a todos los sparrings, esta semana le van a traer otros boxeadores de mayor nivel. Lo veo muy concentrado y enfocado”, respondió GES, quien comparte de cerca la preparación del campeón. 
Allá, el púgil no pierde de vista su meta y valora cada entrenamiento. Comienza el día cuando las agujas del reloj marcan las 6.00 de la mañana para poder cumplir con sus tres turnos diarios. “Acá estoy enfocado nada más en entrenar en mi país tengo más distracciones. Vine a entrenar, es lo único que tengo que hacer para lograr mis objetivos: ser campeón mundial y medirme con los mejores”, manifestó Schramm y para finalizar compartió su experiencia en tierras norteamericanas: “Las primeras sesiones de sparring fueron muy duras, acá hay otro nivel es mucha la diferencia. Pero hoy ya estoy mejor que cuando vine”, además expresó: “Me siento muy privilegiado de estar acá junto a Brian, también comparto entrenamiento con el mexicano supercampeón de la AMB, Leo Santa Cruz”. 
 (*) Fernando Sabatini, integrante de “Campeones en el Ring”, Radio Libre AM 890 de Buenos Aires. 

Comentarios

Te puede interesar