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El placer de ir detrás de una pasión

Por Jorge López de Ipiña

Dicen que nunca es tarde para hacer lo que a uno le gusta, o que para disfrutar de una pasión no hay un solo momento, y que la edad no es un impedimento.
Sumando una cosa tras otra y sintiendo el impulso de sus deseos, fue que Daniel Fernández tomó hace un par de años la indicada decisión de convertir en realidad la pasión que siente por el automovilismo. Primero fue piloto de Mar y Sierras, hoy en día compite con singular éxito y placer en el TC del Sudeste y en el Sport Prototipos del Sudoeste. 
Al Sport Prototipos, la categoría más antigua de Bahía Blanca, la misma que se inició como fórmula, Fernández llega después de varias charlas con Leo Perugini que corre en el TR y con su motorista, Tito Purretta; su intención era correr en un auto con gomas slick, que tienen mayor identificación o es sinónimo de autos de carrera, ya que las gomas radiales o con dibujo “lo alejan” de ello, reflexionó. 
“Le comenté que quería correr un tracción trasera con estas gomas; me habló de un TC Pampeano que es carísima y encima no había para alquilar”. 
Ahí apareció el SP, “un auto distinto, con otro manejo al que uno estaba acostumbrado. Me sedujo la idea, alquilé un auto; se profundizó mi gusto y terminamos comprando esta unidad”. El chasis es Crespi, el de él es el modelo 25; hay 23 también. Los motores son Renault Mégane 1.6, de 16 válvulas standard, los mismos que la Fórmula Metropolitana. Le ponen una brida para igualar la potencia de 115 caballos de potencia de máxima y de 105 como promedio; tienen un limitador que se activa a las 6500 rpm, a unos 180 km/h. El chasis es libre para trabajar en dureza de espirales, altura, tensores, parrillas, barras; lo mismo en la carrocería que es la “carlinga”, de fibra, “se obtiene grandes resultados con modificaciones en el alerón trasero, los difusores”. Destacó que “es un auto que te permite trabajar mucho, nada que ver con lo que estábamos acostumbrados en el Mar y Sierras, lo mismo que en el TC del Sudeste”.

En Sport Prototipos del Sudoeste este año participó en tres carreras

La seducción que generó el SP en Fernández fue directa, profunda. “Y sí, la sensación que genera ir a casi 200 km/h, casi rozando el piso con tu cuerpo, con la cabeza al aire libre, fuera del habitáculo, es algo que yo nunca había experimentado, es muy entretenido. Para mí todo es nuevo, porque nunca corrí en karting, nada; estoy haciendo experiencia y las sensaciones han sido muy buenas en estas tres carreras que llevo disputadas”, añadió. 

Daniel Fernández, a bordo del Sport Prototipos lleno de referencias a Olimpo de Bahía Blanca

En esa doble elección también estuvo la certeza para mantener vivo el placer de disfrutar la actividad tuerca. “La verdad que sí, porque en el TC del Sudeste sólo corrimos una carrera este año, ya que todas las demás se fueron postergando por el Covid y las Mayores no arrancaron nunca. Yo arranqué el año pasado y ya tengo 50 años, no me queda mucho tiempo para poder disfrutar esta pasión. Distinto sería si tuviera 30; no tengo tanto tiempo para competir; y por eso es que encaré dos categorías, ahora que estoy ‘embalado’ con el automovilismo quería hacerlo con intensidad, aprender, disfrutar, competir al máximo. Y si Mar y Sierras hubiese arrancado, estaría corriendo en las tres, no tengo dudas, siempre y cuando los calendarios no se superpusieran”, confesó. 
Aparte de su actividad laboral, “el automovilismo ocupa un lugar importante en mi vida. Por suerte me puedo acomodar y dispongo del tiempo necesario para ir a correr; y la verdad que no me arrepiento de nada, irme los jueves y volver los domingos es algo que disfruto a pleno”, valoró.
Con el Sport Prototipos, Fernández forma parte del automovilismo zonal que fiscaliza la FRAD del Sudoeste, con epicentro en Bahía Blanca y su región. Se presentan en autódromos de nivel nacional como Aldea Romana, y los de las ciudades de Pigüé y Viedma.
“Después de haber corrido un año completo en la región de acá, encontrarnos compitiendo en estos escenarios es dar un salto de calidad, es otro nivel sin desmerecer lo nuestro. Se parece bastante a una categoría nacional y los valores económicos no son muy distintos, para nada; eso es casi hasta que llamativo. Los espectáculos son muy buenos y el parque automotor muy numeroso ya que los espectáculos se comparte con una categoría de 128, los Citroën, el TC del Sudoeste, los Fiat 1 y el TR”, donde hasta hace una fecha estuvo compitiendo su coterráneo Marcelo González.
Otra historia
Este 2021 lleva 3 fechas disputadas, y su debut fue en Bahía Blanca. Para Fernández ahí nació otra historia, su inserción en un “mundo desconocido” ya no tenía vuelta atrás. “Arrancamos en Bahía y en la primera tanda de entrenamiento estaba a 10 segundos. ‘Va a ser difícil esto’ me dije. Es que estos autos no tienen nada que ver con un Mar y Sierras, el concepto de manejo es muy distinto. Fuimos mejorando y clasifiqué a 2.5 segundos; giramos mucho ese fin de semana, fuimos aprendiendo, en la primera final iba cuarto pero me tocaron y terminé séptimo. En la segunda se me paró el motor en la largada y pude terminar en el mismo puesto después de haber quedado último, de pasar varios autos y de divertirme bastante”, destacó reconfortado. 

Después fue el turno de Pigüé. “Por la inexperiencia no miramos el pronóstico el jueves cuando fuimos a probar y el fin de semana llovió, y nosotros no teníamos gomas para lluvia; tampoco pudimos comprar, así que anduvimos muy atrás, sin chances de nada y sin tener la experiencia de manejar por primera vez con esos neumáticos especiales. Pero eso nos hizo replantear algunas cosas y nos decidimos darle el auto al equipo de Pellicciota para su atención, los cuales se están portando de diez; ni hablar del acompañamiento, apoyo y respaldo que me brinda Miguel De Marcos. Fuimos a Viedma, un trazado hermoso, aunque no es el largo. Clasificamos quinto con un auto al que le encontramos una buena puesta a punto y en la primera final terminamos cuartos; en la segunda final largué desde la pole y mantuve el liderazgo durante 5 vueltas, pero por un problema en los frenos traseros me pasé en la horquilla antes de la entrada a la recta, hice un semi trompo y me pasaron varios, terminando quinto. La verdad que me divertí mucho y vamos encontrando cosas para hacerle al auto, que entendemos vamos a mejorar, pero el saldo es muy bueno”, destacó. 
Para disfrutar 
En cuanto al TC del Sudeste, y mientras esperan la reanudación del campeonato, Fernández recordó que “hace 2 años hicimos una fecha en Tandil y no tuvimos suerte, abandonamos muy rápido. El año pasado festejaron los 30 años de APAC en Mar del Plata, fue una fecha con técnica pero sin puntos y ahí tuve mi primera victoria. No debo tener más de 30 carreras largadas, así que ganar ahí me pareció bueno, una gran alegría. En marzo de este año se abrió el campeonato otra vez en Mar del Plata y volvimos al triunfo; no creo que haya sido casualidad, Federico Di Rado había hecho como siempre un gran trabajo en todo el chasis (hoy lo atienden Nahuel Dam y Blas Ambrosius), el tandilense Sergio Messa lo mismo en la motorización (un Ford Falcon) y yo me adapté bien, con buen ritmo, largué quinto y tras buenas maniobras pudimos triunfar con autoridad. Gané dos consecutivas, estamos primeros en el campeonato, así que espero con ansias la nueva competencia porque me puedo divertir conociendo mis limitaciones, sabiendo que lo mío no se extenderá demasiado en el tiempo, pero en este momento lo disfruto a pleno”, confesó el piloto. 

Bahía Blanca y Olimpo 
Sus autos tienen dos particularidades: la hermosa decoración y la relación directa con el Club Olimpo de Bahía Blanca. Y una vez más el sentimiento cobra protagonismo en todo… “Cuando terminé el secundario me fui a estudiar a Bahía, allí viví 10 años que coincidieron con su etapa final en la Liga Nacional de Básquet. Fue una época de gloria, llegando a una final con Atenas; y me enamoré del club, me hice fanático de Olimpo gracias al básquet; con el paso del tiempo apareció el fútbol, de a poco me fui acercando y el club explotó a nivel nacional, fue un momento de gloria, estuve ciertamente cercano a la dirigencia, colaboramos en algo, y obviamente seguí siendo muy hincha. Ahora nació todo esto y me pareció lindo que apareciera un auto con estos colores; la dirigencia me aprobó el proyecto, lo presentamos en el estadio, hubo una gran repercusión en la comunidad del Aurinegro. Pero esto lo moviliza la pasión por Olimpo; ellos sólo me dan la autorización para usar el nombre y los colores, no hay ninguna otra cosa. Por suerte la gente del club me apoyó, tuvimos una gran repercusión, en las redes se vivieron momentos emotivos. Con todo esto me pude dar un gran gusto personal, como lo es correr, hacer este automovilismo” valoró Fernández, con la ilusión puesta en un futuro donde la velocidad y el vértigo guíen su pasión.
   

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