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Ranchito vintage: sueño, realidad y el salto a la popularidad

Para Andrea Scarabotti, los
sueños se hicieron realidad.
Su gusto por la decoración
y su proyecto de vivienda congeniaron
en lo que ella llama “El
Ranchito Vintage”, un lugar que
soñó, planificó, llevó a cabo y que
hoy la convirtió en influencer en
Instagram. 

Es tanta la repercusión que tomó
su hogar que, días atrás, la sección
Living del sitio web del diario La
Nación publicó una nota sobre ella.
Para contar un poco más sobre esta
historia, la vecina dialogó con La
Voz del Pueblo. 
Los inicios 
El sueño de su hogar estilo vintage
nació mucho tiempo atrás,
aunque todo comenzó a cobrar
otra dimensión hace apenas cinco
meses. “El 8 de diciembre me hice
la cuenta de Instagram @ranchitovintage,
porque la casa está
hecha en construcción en seco pero
después tiene todos materiales
reutilizados; compré todo usado…
los sillones, las mesas, las sillas, los
platos, los sanitarios, todo. Me hice
la cuenta como para ir mostrando
y por ahí inspirar un poco a que se
puede construir de otra manera,
con otro costo, revalorizando las
cosas antiguas. Pensaba que tal
vez hay gente que no está feliz
con su casa, tiene todos los muebles
de la abuela y piensa que son
una porquería y podría hacer una
casa divina, ahí me nació la idea
de abrir una cuenta” reconoció al
principio del diálogo. 
Pero si bien la idea nació, le costó
un tiempo ponerla en práctica.
“Me daba cosa” sostuvo, aunque
un día, se animó. “En enero, al
mes de haber abierto la cuenta,
me escribió Ani Clement, una chica
que tiene un Instagram con 180 mil
seguidores, para que le pase fotos
del ranchito porque lo quería subir.
Ahí ya fue como una locura…
pasé de tener algunos seguidores
a tener más de mil, por poner un
ejemplo. Estalló”. 
Ese fue el primer paso. “Tiempo
después me escribieron de La
Nación para ver si podían mostrar
un poco y me consultaron si quería
mandarles fotos para ver si daba
para salir en la revista Living. Eso
fue todo un tema, porque ellos no
tienen fotógrafos para esta zona,
entonces vino Martina Beato, una
chica de acá… sacó unas fotos, las
mandó y las subieron. Fue un recorrido,
pero yo no le dije a nadie
porque no podía creer salir en la
revista Living”. 
La publicación en la web del
reconocido diario, generó repercusiones
impensadas. “He subido
mil seguidores por día… muchísimo”
contó Andrea, quien aún
se siente sorprendida por lo que
está pasando. “Yo recibí la revista
Living todos los meses, siempre;
tengo montañas en mi casa de
Tres Arroyos. Me di de baja el
año pasado, cuando me vine para
Claromecó, y ahora recibo fotos
de gente suscrita que me pasa la
publicación del ranchito… ya me
va a llegar”. Aquí vale destacar que
en junio saldrá una edición especial
en papel de la revista donde
aparecerá el ranchito que Andrea
posee en Claromecó. 

Junto a su marido Sergio García, compañero en todo el proceso de construcción

Repercusiones 
Las publicaciones en Instagram
generaron un importante ida y
vuelta de Andrea con sus seguidores.
“Me preguntan por cosas
referidas a la reutilización todo el
tiempo” destacó, dejando en claro
que marca un camino a seguir.
“Desde que abrí la cuenta, la poca
gente que me seguía me preguntaba
y ahora lo hacen desde todo
el mundo” explicó. 
En la nota publicada por La Nación,
Andrea comentó que muchas
de las cosas las compró a través
del Marketplace de Facebook,
algo que mucha gente no conoce.
Sobre esto también recibe muchas
preguntas. “Hice una historia destacada
explicando cómo usarlo
porque todo el mundo me pregunta
‘dónde conseguiste’… había
gente que ni siquiera lo conocía”. 
“Me preguntan cosas que me
hacen recordar porque fueron 2 o
3 años de obra, y por ahí me doy
cuenta que ni me acordaba de algo
en particular, pero sí, mayormente
me preguntan dónde conseguir las
cosas antiguas. Por eso hice una
historia destacada que enseguida
la comparto porque tiene el paso a paso de cómo conseguirlas”
señaló. 
Lo que hizo Scarabotti se convirtió
en un modelo a seguir por
mucha gente. “Es tremendamente
reconfortante mostrarle a la gente
que se puede hacer algo así”
confesó y sostuvo: “A mí me costó
mucho abrir la cuenta porque me
daba cosa y ahora digo ‘qué bueno
que la abrí’ porque me llena el
corazón, y no solo con esto de las
cosas antiguas; hay gente que me
dice ‘quería terminar mi casa y no
tenía un mango y era como un sueño
imposible de cumplir y ahora
ya me decidiste voy a empezar’”. 
La palabra que Andrea rescata
constantemente es “inspiración”.
“Todo el tiempo me dicen ‘me
inspira’. Te diría que casi todos los
mensajes que me mandan, salvo
los que me preguntan dónde conseguí
o me hacen consultas, son de
ese estilo. Me agradecen por inspirarlos
a poder terminar la casa,
también me dicen que los inspira
a un cambio de vida, a vivir más
tranquilos, más lejos de la ciudad
o del ruido y es totalmente reconfortante
y me encanta… siento
que puedo ayudar a un montón
de gente desde mi lugar; cada uno
ayuda desde donde puede o desde
las posibilidades que tiene”. 

El ranchito ganó reconocimiento gracias a las redes sociales


Claromecó en el mapa 
Otra de las cosas que Andrea
logró a través de su casa es darle
aún más notoriedad a Claromecó.
El mensaje ‘quiero conocer Claromecó”
se replicó una y mil veces
en su Instagram y eso le encanta.
“Me dicen que quieren conocer,
que quieren vivir acá, ¡hasta me
piden que les averigüe terrenos!
Me inspira a decir ‘se puede vivir
de otra manera’. Igual lo que
sucede no es solo por mi casa.
Todos los días salgo a caminar y
es un placer estar acá. Subo cosas
de Claromecó porque no puedo
dejar de compartirlas, o sea miro y
pienso ‘es un paraíso’… el camino
de las cascadas, la playa, el Faro…
me gusta generar esos puentes
entre la gente y Claromecó”. 
– Cuándo arrancaste con todo
esto, ¿imaginaste que ibas a tener
esta repercusión?
 
– No, jamás. El deseo de salir en
la revista Living… a mí me encanta
la decoración de toda la vida, estudié
arquitectura, no me recibí pero
estudié, e incluso en un momento
decoré casas. Siempre compré la
revista Living y la Para Ti, toda
la vida. Cuando arreglé mi casa
de Tres Arroyos, que también es
hermosa, yo la amaba y pensaba
‘esto tendría que salir en la revista
Living’ pero porque a mí me gustaba,
no era que lo tenía programado
o usé un camino para llegar
a eso, no se me ocurría. 
– Tal vez si nunca hubieras creado
la cuenta de Instagram, nada
de esto hubiera pasado… 
– Eso pienso, que si no hubiera
creado la cuenta de Instagram no
pasaba nada. El otro día pensaba
eso… qué loco. Siempre nos pasaba
que en el verano estábamos
todo el tiempo en la galería y la
gente pasaba y paraba, pero no
más. 
Andrea reflexiona, piensa. “Por
ahí sí era un deseo, un sueño
salir en la revista Living” afirmó.
“Viste que dicen ‘soñá tanto que
al universo no le va a quedar otra
que dártelo’, bueno yo creo que a
mí me pasó algo así porque nunca
pensé realmente en esto. Me parece
que eso que vos sentís desde
el corazón se termina dando”
concluyó. 
Agradecimientos 
En el final de la charla, Andrea
aprovechó para enviarle un
agradecimiento a todas aquellas
personas que la acompañaron en
este largo proceso. “A mi hermano
Pablo por ayudarme a sacar cuentas
sobre la arena todo el verano y
a mi cuñada Fer por aguantarnos.
A mí marido por haber confiado
en mí, por acompañarme en el
proceso y buscar cada cosa que iba
llegando. A mí hermano Germán por enseñarme a usar Sketchup (el
programa en 3D en el que dibujé
el ranchito), por ayudarnos con la
parte constructiva, con los permisos
de construcción, con la presentación
de planos y cualquier duda
que tuviera sobre proyecto. A mí
cuñada Marti por acompañarnos.
A mis padres por estar siempre
para lo que necesitemos. A mi
hijo Nico por habernos traído la
arena para la obra, las aberturas
y cosas que nos retiraba cuando
viajaba. A mí hija Ro por ayudar
con la mudanza, limpieza y orden
del ranchito. A Maca, Mati y Facu
que nos acompañan a la distancia
y a mí sobrinita Mía por traernos
ramitos de flores cuando nos
viene a visitar. Sin ellos no sería quien soy”.

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