Once Corazones cerró el 2021 con el máximo trofeo del fútbol tresarroyense, comenzó el 2022 con la victoria en la Copa Challeger y ayer pisó fuerte en la primera fecha del Torneo Apertura de la Liga Regional en el Bosque al vencer por 3 a 2 a Villa del Parque. El gran protagonista de la tarde, en un encuentro intenso, fue Leandro Rivera, goleador del azul que marcó por triplicado.
Con el viento como protagonista, el conjunto de Indio Rico pegó en los momentos oportunos, aprovechó sus chances de gol, se replegó cuando fue necesario y se llevó los tres puntos, que lo ponen como candidato y también le permiten saber que va por el buen camino en engrosar los promedios, aunque suene raro en el equipo más campeón de los últimos años.
Cuando aún Villa no había pasado la mitad de la cancha llegó el primer gol del partido. A los 3’ llegó un córner pasado de Errozarena con el viento como aliado, y por detrás de todos Rivera de cabeza abrió el marcador.
on el resultado en contra el local se metió en el partido, hizo circular la pelota, salió prolijo desde el fondo y le sacó protagonista a Once. Pero no lograba llegar claro al arco de Alberca, hasta que un desacople defensivo del Azul le permitió a Gutiérrez meter una pelota filtrada y dejar a Goñi mano a mano, quien no perdonó.
Ambos equipos tuvieron un par de aproximaciones, pero el quiebre se dio a los 49’. Otro centro de Errozarena, esta vez de tiro libre, y solo en el centro del área Rivera venció a Olguín.
Para el segundo tiempo la ventaja del viento se dio vuelta, lo que complicó los contragolpes de Once. Y sumado a eso en 6’ el local llegó al empate, con un tiro libre de Ridao que Alberca tuvo una floja respuesta y Marchetti aprovechó.
El 2 a 2 estaba bien, con pocas situaciones claras por lado. Hasta que a los 25’ otra vez apareció Rivera, que nuevamente de cabeza marcó, tras un centro de Tanno.
Sobre el final Once tuvo el cuarto con Rivera, pero Olguín detuvo el mano a mano, mientras que Villa insinuó pero sin peso en el área rival con el ganador replegado esperando el pitazo final.
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