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Explosión y tragedia en Oriente

ORIENTE (De nuestros enviados especiales).- La localidad dorreguense de Oriente vivió ayer una trágica jornada a raíz del fallecimiento de una querida vecina, que perdió la vida aparentemente como consecuencia de la explosión de los dos tubos de gas que proveían de ese combustible a la rotisería Granja Mambo.

El episodio ocurrió alrededor de las 7.25, cuando Laura Pozos, una mujer de 46 años y madre de cuatro hijos, llegó a trabajar en el local de venta de carnes y comidas para llevar ubicado sobre la mano izquierda de avenida San Martín, entre las calles Santamarina y Lucio V. López.

Así era. El comercio que ocupaba dos locales (GOOGLE)

A esa hora, por causas que son motivo de investigación por parte del personal de Policía Científica, pero que estarían relacionadas con una pérdida de gas de los tubos que se usaban en el negocio, se produjo una explosión que destruyó por completo el inmueble, donde existían dos locales, y se llevó la vida de Pozos además de provocar daños en distintas propiedades ubicadas en un radio de 100 metros a la redonda.
El siniestro ocurrió minutos antes de que comience el tránsito peatonal de alumnos que concurren a la Escuela Primaria N°8, Nuestra Señora de la Merced, ubicada exactamente a 100 de Granja Mambo, en la avenida San Martín 248, donde ayer estaba prevista la realización del acto protocolar por el 25 de Mayo y, a raíz de la tragedia, suspendió sus clases; como así también, a otros 100 metros de una estación de servicio YPF y las oficinas de la Delegación Municipal.
A raíz del siniestro, todo el pueblo fue testigo silencioso de lo inexplicable y, sin salir de su asombro, acompañó y colaboró con los vecinos que sufrieron importantes daños, mientras miraban cada tanto los escombros de donde horas antes estaba la conocida casa de comidas.

La víctima fatal. Laura Pozos era muy querida en Oriente (FACEBOOK)

En el lugar trabajaron dotaciones de bomberos de Oriente y Coronel Dorrego, como así también personal policial y de Bagsa, que se acercó a controlar los suministros vecinos, en algunos casos, a pedido de los propios residentes, a quienes con razón el miedo los había invadido como nunca antes.
“Conmocionados” 

Poco después del hecho, se hizo presente en Oriente el intendente de Coronel Dorrego, Raúl Reyes, luego de recibir el llamado del delegado Patricio Bertone, y en medio de la observación de las consecuencias, habló con LA VOZ DELPUEBLO, “me trasladé a primera hora tras el llamado del delegado municipal para informarme lo que había ocurrido, pero por teléfono, realmente no tomé dimensión de lo que había pasado”, dijo.

Raúl Reyes. Intendente Coronel Dorrego

“La verdad es que ver la magnitud del siniestro es impresionante. Muchísimos vidrios rotos, de casas particulares, circundantes al epicentro, realmente importante todo lo que tiene que ver con lo edilicio y, lamentablemente con una víctima fatal. La persona que vino a trabajar en la mañana temprano y le sucedió esto”, agregó, antes de hacer referencia también al riesgo que corrieron los alumnos de la Escuela N°8, “por suerte, acá hay una escuela a una cuadra, una estación de servicio a otra, y esta explosión no tuvo su correlato en esos lugares, sino hubiera sido muchísimo más lo que teníamos que lamentar”, señaló.
El gas en la localidad de Oriente es provisto por Bagsa, a través de un suministro por red con un sistema de zepellins provisto por la firma, una obra que, según comentó Reyes, se ha hecho en muchas localidades. “No obstante, no sé a ciencia cierta cuál era la forma de aprovisionamiento en este local donde se produjo la explosión. Aparentemente no tenía conexión a Bagsa y la provisión de gas era con tubos y garrafas”, indicó.
Después de tomar contacto con los vecinos de la localidad, Reyes reconoció que, “están conmocionados, porque mucha gente, como el carnicero de enfrente, se encontró con la situación cuando salía a trabajar y no sabía lo que pasaba, mientras caían vidrios de todos lados y se vivía un caos, además de enterarse luego del fallecimiento de una persona que, en un lugar pequeño como este, todos la conocían y hoy toca ver a sus familiares en esta situación”, señaló.
Cerca de la explosión
Por su parte, el delegado municipal, Patricio Bertone, también vivió un susto grande ya que, si bien estaba en las oficinas de su trabajo, vive a una casa de por medio de la rotisería y fue compañero de Laura Pozos, “esto ocurrió más o menos a las 7 y media de la mañana. Yo ya estaba trabajando en la delegación y escuchamos un tremendo estruendo. Incluso, en la misma delegación cayeron flurescentes, lámparas y se rompieron algunos vidrios”.

Patricio Bertone. Delegado municipal de Oriente

Al recordar el momento de la explosión, Bertone se estremece, “cuando escuché la explosión me vine desesperado, porque tengo mi familia acá a la vuelta. A mis hijos (una nena de 8 años y un varón de 12) a los que les explotó la ventana cuando estaban durmiendo, así que se despertaron. Todos los vidrios se destrozaron, rompió puertas y ventanas, un desastre”, comentó.
En ese escenario caótico, Bertone enseguida apartó a su familia del lugar, “teníamos miedo de que volviera a explotar, que pasara algo. Entonces saqué a los chicos hacia la delegación, así como estaban. Todo el mundo hacía lo mismo con sus hijos”, recordó, antes de referirse al riesgo de padecer el siniestro minutos más tarde, cuando por la vereda que estaba cubierta de escombros, pasan los chicos para ir al colegio vecino, “fue una tragedia terrible, pero podría haber sido peor, ya que si empezaba unos minutos más tarde, agarraba a los chicos que iban hacia la escuela”.
“No lo voy a olvidar” 
Uno de los primeros testigos de la explosión fue Juan Carlos Rossini, un gasista local de 67 años, quien vivió toda su vida en Oriente y es la primera vez que ve una explosión de esta magnitud.

Juan Carlos Rossini. Alcanzó a refugiarse detrás de un paredón en la segunda explosión

“Nunca pensé que algún día vaya a ver algo así y eso que trabajo como gasista”, le dijo Rossini a LA VOZ DEL PUEBLO.
El trabajador de 67 años vive a dos cuadras del lugar del siniestro y se estaba preparando para ir a trabajar cuando escuchó la explosión, “me llamó la atención y, después de ver por la ventana, veo una bocanada de aire y lluvia. Entonces me puse la ropa y me vine corriendo. Yo tengo la casa de mi mamá a media cuadra y pensé que había tenido un problema con la calefacción, cuando vi que no le había pasado nada, me vine hasta acá”, indicó antes de referirse al momento más impresionante de su experiencia, “cuando llegué me encuentro con que estaba todo hecho un desastre. Toda la calle llena de chapas y maderas incendiadas. Cuando fue la segunda explosión, directamente me tiré atrás de un paredón. El fuego salía hacia arriba como cinco o seis metros hacia arriba. Es algo que nunca voy a olvidar”, concluyó.
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