El miércoles por la mañana, en momentos en que la ciudad de Tres Arroyos era cubierta por una densa niebla, María Pincheira fue atropellada por una camioneta justo frente a la Municipalidad, en el cruce de la avenida Belgrano y la calle que sale de la plaza, Mateo Mastronardi. Cuando todavía no se había incorporado y con fuertes dolores en su cuerpo, llegó a ver como el conductor abrió la ventanilla del acompañante, “se aseguró que no estaba muerta y huyó”.
Todo ocurrió hace dos días, cuando María había acompañado a su hija hasta la puerta de la Secundaria n° 2, ubicada en Pasaje Dameno al 50. “Fue alrededor de las 8:25 horas. Fui caminando desde el Pasaje Dameno hacia la plaza San Martín. Como había neblina esperé arriba de la vereda que pasen los autos, y crucé en sentido hacia Moreno. Como no venía nadie por la calle que pasa por dentro de la plaza, crucé hacia ahí y vi que por la estatua venía una camioneta, así que apuré el paso. Pero el hombre que venía no bajó la velocidad y dobló para el lado de Belgrano, y ahí fue cuando me atropelló”.
María cuenta que “me golpea con la parte de atrás de la camioneta y me tira al piso. Cuando siente el golpe él frenó, ya ubicado sobre Belgrano. Bajó el vidrio del acompañante y desde arriba de la camioneta me dijo ´no te vi´. Yo gritaba y lloraba, en medio de un ataque de nervios porque me dolían mucho las piernas y el brazo, y cuando me miro las piernas para ver si sangraban, aceleró y se fue. Nunca bajó, y se escapó”.
Sobre las características del conductor y del vehículo, contó que se trataba de un hombre de unos 60 años y que la camioneta era plateada y con vidrios polarizados, similar a una Eco Sport, “pero no era esa marca, no la llegué a ver bien y si la vi no me acuerdo porque estaba shockeada”.
María agrega que logró incorporarse y con gran esfuerzo caminó hasta un edificio ubicado en Moreno al 100, donde el encargado la contuvo y llamó a una ambulancia. “No daba más del dolor, creía que estaba quebrada. En la guardia me dijeron que eran traumatismos, tengo desde el hombro hasta el codo con moretones e inflamado. Y además tengo afectadas las piernas, la cintura y la espalda, que me empezaron a doler más ahora”.
Ya más tranquila, María reflexionó sobre que “de los golpes me voy a recuperar. Pero mi impotencia es que no podés dejar tirada a una persona que atropellaste en la calle. Él no sabía si yo estaba quebrada o lastimada. Si se trataba de una persona mayor o una criatura la mataba. Estoy indignada y por eso hice la denuncia penal, quiero que encuentren a ese señor. Ahí hay cámaras, y tiene que haber quedado filmado lo que pasó”.
Consultada sobre la posible presencia de testigos, reitera que en el momento no pudo pensar en buscarlos, que entre el shock por el choque y el dolor que sentía solo atinó a caminar en dirección a su trabajo y que cuando llegó a Moreno al 100 se dio cuenta que no podía seguir. Ya en la guardia, fue atendida por una doctora que le aconsejó que por lo ocurrido realizara la denuncia.
Cuenta que tras el accidente todavía se encuentra nerviosa. “Me estoy yendo a inyectar al Hospital por los dolores, y después empezaré a tomar calmantes vía oral. Hoy a las 6 de la mañana me agarró un ataque de pánico, me desperté llorando. Sueño con eso, todavía estoy con miedo, y me da mucha bronca que yo estoy acostada, no me puedo levantar y este señor sigue con su vida como si nada. Yo lo que quiero es que esto no quede así. Quiero que se haga público”, finalizó.