Epígrafe: Karina Barci (en representación de Luis Patricio Ferrario), Laura Esther Beloqui, María del Carmen Cattáneo, María Justa Mesa y Lorenzo Hugo Albani
El Club Amistad y Servicio Fortín Machado de Tres Arroyos hizo entrega anoche -en un acto desarrollado en el Centro Cultural La Estación conducido por la locutora Adriana Gaitán- del Premio Sarmiento a cinco docentes que se destacaron en su labor profesional durante su trayectoria educativa. Este reconocimiento es avalado por la Asociación de Clubes Argentinos de Servicio.
En esta oportunidad, los premiados fueron Luis Patricio Ferrario –recibió Karina Barci-, María del Carmen Cattáneo, Lorenzo Hugo Albani, Laura Esther Beloqui y María Justa Mesa.
Estuvieron presentes el presidente del Concejo Deliberante Martín Garate, concejales, presidente del ACAS Victorio Campolo y su vicepresidente Ignacio Hid, la secretaria de Desarrollo Social Claudia Cittadino, la directora de Cultura y Educación, Noemí Rivas, el presidente del Rotary Club Tres Arroyos Libertad Oscar Cipulli, la presidenta del Rotary Club Tres Arroyos, Silvia García, el presidente del Club 24 de Abril José Aguinaga, autoridades educativas y público en general.
Se comenzó con el izamiento de la bandera argentina a cargo de Martín Garate y la de ACAS con la participación de Victorio Campolo y Adrián de Cicco. Se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, en sintonía con la proyección de un video de Escuelas de Frontera.
Luego, el presidente del CAS Fortín Machado Adrián de Cicco manifestó que “hoy es un día muy especial para todos. Estas cinco personas son docentes que han tenido años de trabajo, de acompañamiento a los chicos, de brindar consejos con valores para que se formen en la vida. Es el mayor reconocimiento que pueden tener”.
La integrante del CAS Andrea Larrieu Lacoste leyó un escrito sobre la vida de Domingo Faustino Sarmiento. Participó también de esta ceremonia el Coro de Alumnos del Colegio Holandés, grupo dirigido por la profesora Marcela Palmieri y que cantó la canción “Señorita”. Posteriormente, Marcela Palmieri y Ceferino Carrera interpretaron el “Himno a Sarmiento”.
Los protagonistas
Andrea Gancedo -integrante del CAS- hizo entrega a María del Carmen Cattáneo del Premio Sarmiento, quien comenzó a trabajar como docente en el año 1959 en Micaela Cascallares, en la Escuela Láinez 67 hasta que se fusionó con la Escuela 6.
Allí ejerció como docente y también fue directora hasta que se jubiló, hace 30 años.
Con emoción, Cattáneo señaló que “acepto este reconocimiento en nombre de todos los docentes y de mis compañeros de Cascallares. Nací en ese pueblo y guardo los mejores recuerdos. Este club de servicio hace escuelas de fronteras y son como una especie de revancha a las Escuelas Láinez porque las acompañan, las visitan y eso es lo que vale. Siempre inculcamos a nuestros alumnos que hagan cosas por la escuela, porque habrá gente como nosotros para ayudar”.
Con emoción, Cattáneo señaló que “acepto este reconocimiento en nombre de todos los docentes y de mis compañeros de Cascallares. Nací en ese pueblo y guardo los mejores recuerdos. Este club de servicio hace escuelas de fronteras y son como una especie de revancha a las Escuelas Láinez porque las acompañan, las visitan y eso es lo que vale. Siempre inculcamos a nuestros alumnos que hagan cosas por la escuela, porque habrá gente como nosotros para ayudar”.
A su turno, la profesora Hebe Ralli entregó la distinción a María Justa Mesa, quien fue docente de grado en el Colegio Nuestra Señora de Luján. Al jubilarse, continuó su labor como asesora pedagógica de nivel Primario al trasladarse el Colegio Manuel Belgrano al predio de la EATA. Colaboró con la Biblioteca Meister dando clases de apoyo escolar. Se jubiló en 2009.
Así es que María Justa Mesa expresó que “nací para enseñar. Pasé momentos inolvidables, pude trasmitir valores y hoy me vienen a la memoria esas palabras que dije cuando me recibí de docente, agradeciendo a las profesores que tuve en mi camino. Fueron grandes personas sin dudas”.
En tanto, Miguel San Román concedió la distinción a Lorenzo Hugo Albani, quien ha desempañado todas sus funciones dentro de la Escuela de Educación Técnica 1. Ingresó en abril de 1968 como maestro de enseñanza práctica en el área de electricidad. “Podría contar muchas anécdotas muy risueñas, aunque considero que en toda mi trayectoria desde alumno hasta director, he sido signado por los cambios más importantes que se produjeron en la educación técnica a nivel nacional. En 2005 bajo el gobierno de Néstor Kirchner se sanciona y promulga la ley 26.058 que es la Ley Nacional de Educación Técnica Profesional. Allí comenzó otra historia”, resaltó Albani.
Más tarde, Marta Tornese -integrante del CAS- hizo lo propio con Laura Esther Beloqui, quien nació en San Francisco de Bellocq y fue maestra jardinera y directora en el jardín Cascabelito hasta 1995. Se trasladó a nuestra ciudad y ejerció como maestra de música en el Colegio Holandés. Se jubiló en 2012. “Gracias por este hermoso premio. Me sorprendieron, no me lo esperaba. Tengo la mitad de mi carrera en San Francisco de Bellocq y como en toda comunidad chica, trabajábamos codo a codo con toda la familia, llegando a formar un museo regional y hasta una huerta. Fue una época hermosa de mi vida al igual que la que viví en Tres Arroyos”, resaltó Beloqui.
Adrián de Cicco, por último, entregó el reconocimiento a Karina Barci -quien recibió el premio en representación de Luis Patricio Ferrario-, miembro fundador y director durante 30 años de la EATA. Desde 2013 se desempeña como coordinador general de los tres niveles educativos, próximo a cumplir 40 años en la EATA. “En nombre de Patricio que no puede estar presente por una cirugía programada que salió muy bien, digo gracias por este reconocimiento. La vida de Patricio está atravesada por la educación. Empezó a dar clases un 11 de septiembre de 1978”, señaló con énfasis.
Para finalizar el acto, se entregó un recordatorio a las autoridades presentes y también mencionó algunas breves palabras el presidente de ACAS, Victorio Campolo.