Con la presencia de funcionarios municipales de San Cayetano, concejales, consejeros escolares, inspectoras, y la comunidad educativa ayer se desarrolló el acto por el 25º aniversario del JIRIMM Nº 2 de Defferrari.
La entidad se creó el 4 de agosto de 1997 y desarrolló sus actividades inicialmente en la sede de la EP Nº8 de El Pino. En el año 2000 se trasladó a la EP Nº 3 de Defferrari, lugar donde funciona actualmente.
La directora Mónica Clausen destacó el haber llegado a los 25 años. “Es un gran logro para una institución educativa, más aún en el ámbito rural donde la matrícula es muy fluctuante. El JIRIMM ha demostrado a lo largo de su trayectoria que puede cumplir con los lineamientos de las políticas educativas, posicionarse delante de los nuevos desafíos y ser parte fundamental en la formación de los alumnos”, indicó.
También puso de manifiesto que “los sueños son el motor de nuestras emociones, y a medida que se cumplen nos hacen pensar en el pasado, disfrutar el presente y seguir proyectando a futuro”. En este sentido, subrayó que “tenemos muy claro el desafío, sabemos que las familias depositan en nosotros su confianza, trabajamos todos los días procurando alcanzar el desarrollo integral de nuestros alumnos, la enseñanza como oportunidad para construir futuro, invitando a cada uno de ellos a protagonizar la historia de construir un mundo mejor”.
Luego de destacar el apoyo municipal y del Consejo Escolar, la directora agradeció el trabajo mancomunado con docentes de la Escuela Primaria y auxiliares; “nuestra fortaleza está en la posibilidad de unirnos como equipo, construida con nuestros saberes, ofreciendo educación de calidad, porque nuestros niños se merecen lo mejor”.
Finalmente, observó que “25 años no solo significa el paso del tiempo, sino que también significa vida, evolución, crecimiento, experiencia, perseverancia, cada una de las docentes que pasó por aquí dejó su huella, su impronta y su granito de arena en los alumnos a su cargo. Más allá de los recuerdos, son 25 años de trayectoria, de amor hacia el otro, responsabilidad, compromiso, tolerancia, empatía, escucha atenta, mediación, acompañamiento familiar y trabajo en equipo”.
Segunda casa
Posteriormente, tuvo lugar la entrega de reconocimientos y pronunció unas palabras el secretario de Gobierno, Marcelo González, quien intervino en representación del intendente Miguel Angel Gargaglione (no pudo asistir por cuestiones de agenda).
El funcionario le otorgó relevancia “al acompañamiento de la comunidad educativa, docentes, auxiliares, directores, que han pasado y que están en esta institución, como también así las familias que traen a sus niños, que pasa a ser este espacio su segunda casa. No es menos importante el rol que tiene el Estado provincial y municipal, atendiendo las necesidades que tienen y tratando de llevar soluciones”.
Por su parte, la inspectora distrital, Graciela Lambrecht, afirmó que “estos espacios de celebración sirven para los encuentros, pero también para reconocer todo el trabajo realizado; y en ese reconocimiento está la labor de la comunidad educativa, siempre decimos que el medio rural es diferente, tiene una esencia especial. Yo valoro inmensamente el trabajo que se hace en las escuelas rurales”. Dijo que es una labor que “a veces pareciera que se realiza en soledad, pero no es así: está la comunidad educativa acompañando, y las docentes están acompañando a esa comunidad educativa”.
Por último, Marcela Benítez, primera docente de la institución, calificó al JIRIMM como “ese mágico lugar pintado con los colores del corazón, compartiendo muchas horas de alegrías, juegos, descubrimientos, en el que pude desplegar mi creatividad, mis emociones y todo mi potencial”.
Señaló que es “un lugar donde pude dar y recibir, donde pude ser yo, sólo necesitamos alegría y muchas ganas de reír. Donde todo es posible: sueños, magia, hadas, duendes invisibles, títeres que hablan, rondas, música, trencitos, amigos, desayunos, galletas, patio. Un lugar donde es posible pintar con crayones el arcoíris y todos los colores de amanecer sobre un cielo de papel”.
Observó que “la maestra jardinera siembra las semillitas que luego florecerán. Los niños nos regalan su frescura e inocencia dejando una huella imborrable en nuestro corazón”.
El acto finalizó con el tradicional corte de la torta realizado por el secretario de Gobierno, Marcelo González; la inspectora distrital, Graciela Lambrecht; la inspectora de nivel Inicial, Andrea Pascual; la presidenta de la asociación cooperadora, Valeria Zubillaga; la directora Mónica Clausen y alumnos del JIRIMM.
Como cierre de los festejos, el payaso Abelardo despertó risas entre los presentes.