Belén Abrego descubrió su pasión por las joyas a los 24 años cuando recorriendo negocios en Mar del Plata, durante su época de estudiante, se encontró con un cartel que ofrecía “Clases de joyería”, hasta ese momento no sabía que existían, pero fue el comienzo de su larga historia.
En una charla frente al mar con La Voz del Pueblo, contó cómo comenzó: “vi ese cartel, empecé a averiguar y me anoté. Como ya me casaba y me venía a vivir a Tres Arroyos, durante un tiempo viajé a Mar del Plata a tomar clases, pero luego tuve que dejar”.
Al año siguiente, volvió a encontrarse con la posibilidad en la Fiesta del Trigo, cuando “observé un cartel de una artesana, Tichi Lagún, que ofrecía clases y me anoté, estuve un año y medio aprendiendo con ella hasta que quedé embarazada y debí dejar”.
(Foto: Carolina Mulder)
En ese momento, Belén ya diseñaba algunas joyas y las vendía por pedido, unos años más tarde retomó las clases con Tichi pero volvió a quedar embarazada y nuevamente postergó un tiempo su formación.
Luego realizó algunos cursos cortos en Mar del Plata y arrancó un emprendimiento de accesorios; “ponía mucho de joyería, pero no utilizaba plata, trabajaba con alpaca, bronce y les daba ese toque de metal”, explicó Belén.
La llegada de la pandemia, en un escenario con muchas restricciones y dificultades para toda la sociedad, le abrió nuevos horizontes. Explicó que “el tema de las clases virtuales me ayudó a anotarme en una escuela de joyería de Buenos Aires, que siempre quería ir y no me daban los costos y el tiempo. Y decidí armar un nuevo emprendimiento con mis diseños ‘Belén Ábrego Joyería de Autor’”.
En este nuevo desafío, no estuvo sola, se asesoró con profesionales que la ayudaron a pensar la imagen y el estilo, eligió que su marca tenga el lema ‘Joyas con Historia’, “mi idea es que sean joyas que se van heredando, que transmitan mi historia pero que, una vez que encuentran a su dueña, tengan su historia también”, contó Belén.
Su primera colección estuvo inspirada en el mar, sobre lo cual argumentó que “desde chica viví acá en Claromecó, ya tenía algunas piezas relacionadas con eso”. En cuanto a su segunda colección, Belén se orientó al campo, pasión que comparte con su papá.
Con respecto al tipo de trabajos, la joyera relató que “son diseños únicos, por más que yo hago distintos anillos, cada uno está trabajado en forma individual, son piezas únicas, ninguno es igual al otro, todos tienen alguna diferencia, tienen mi mano”.
Apoyo
Es una apasionada de su actividad, cuando ingresa a su taller no se da cuenta del paso del tiempo “dejo de pensar, me libera” expresó. En la joyería encuentra el disfrute de “trabajar el metal directo, transformar chapas y alambres a través de herramientas y el poder del fuego en una joya”.
Una de sus técnicas utilizadas es la cera perdida, “trabajar cada pieza como una escultura, ir generando a través del calor y estecas las formas a las que quiero llegar”.
Durante toda la charla, destacó el apoyo que recibe por parte de su familia y de los clientes y seguidores que a través de las redes sociales la estimulan a crear nuevos diseños. Su Instagram es @belenabregojoyeria.
(Foto: Carolina Mulder)
Para este año, Belén está pensando una nueva colección. Anticipó que “capaz que me voy a algo más geométrico, estoy dibujando y pensando mucho”. Creaciones que se definirán y podrán apreciar en los próximos meses, como parte de la tarea que tanto le gusta desarrollar.
