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Luciana Procaccini, de las tablas locales a Teatrix

Epígrafe foto principal: Luciana caracterizada como Irene en la obra “Milena e Irene periodistas”



Pocas personas están tan seguras de lo que quieren hacer en su vida como Luciana Procaccini. Desde pequeña su vida es la actuación y así lo recuerda. “Yo nací en Tres Arroyos, hice el jardín de infantes y la primaria en el colegio Manuel Belgrano, después la secundaria la hice en la Escuela Media y cuando terminé, me vine a Buenos Aires a estudiar teatro. En realidad, siempre, desde chiquitita, dije que quería ser actriz…” me cuenta.
“Con mi amiga, mi vecina de enfrente, todo empezó con ella… siempre bromeamos y decimos que mi vocación empezó ahí porque desde chiquititas nosotras inventábamos obritas de teatro que ensayábamos durante toda las semana y los domingos era el día de la función. Ese día reuníamos a nuestras familias en el patio de su casa, hacíamos la obrita y después pasábamos la gorra y con el dinero que juntábamos nos íbamos a tomar un helado o a tomar una gaseosa y un tostado en El Quijote. Así empezó todo” me dice. 
Ese primer acercamiento, a través del juego, se extendió con los años. “En la adolescencia hice teatro dos años en La Casa de la Cultura y ahí tuve a mi primer profesor, Alberto Pereyra. Durante todos estos años, si bien no estuvimos presentes, mantuvimos una relación de mucho aprecio”. Es que Pereyra fue uno de los primeros en abrirle la puerta para ingresar en este apasionante mundo. “Con él también fue mi primer acercamiento al texto teatral porque hicimos allá en el 96′ una obra que era ‘Chau Misterix’ de Mauricio Kartun”.
– No es fácil decidir qué va a ser uno cuando termina el secundario, sin embargo, vos lo tenías claro desde chiquita…
– A veces me hace ruido escuchar, cuando alguien termina sexto año, que no sabe qué quiere hacer… es algo que no lo puedo creer y sin embargo es lo más normal que hay. Yo doy clases de actuación para adolescentes y muchos no saben lo que quieren, y yo, como te decía, sabía lo que quería… creo que desde que tengo uso de razón a mí me preguntaban qué querés ser y yo decía actriz. Yo nunca tuve duda. 
Una vida en Buenos Aires
Al terminar el secundario, Luciana decidió irse a Buenos Aires para perseguir sus sueños. Apoyada por su familia, se instaló en la capital con la idea de crecer.
“Cuando llegué a Buenos Aires empecé a estudiar en Andamio 90, que es la escuela fundada por Alejandra Boero. Ahí estudié la carrera de actuación y después, cuando terminé, me fui a estudiar con Agustín Alezzo. Más tarde volví a Andamio a hacer el profesorado de teatro. Básicamente mi formación es de Andamio; siempre digo que es mi segunda casa porque ahí aprendí lo que es el profesionalismo y la disciplina de esta vocación y también lo que me contagió Andamio es el amor y la pasión por el teatro”. 
Andamio 90, su segunda casa, la acoge hasta hoy. “Tengo un gran cariño por la institución porque hoy en día es el lugar donde yo hago muchísimas de mis obras y porque ahí soy profesora de actuación de adolescentes. Desde que llegué de Buenos Aires y hasta el día de hoy -y espero que por mucho más- sigo relacionada muy fuertemente con Andamio 90”. 
Actuación
A la par de sus estudios y de sus clases, Luciana siguió actuando, logrando así llegar a una de las plataformas con más crecimiento en los últimos años: Teatrix. “Teatrix es una plataforma como Netflix, pero de teatro. La obra ‘Cocinando con Elisa’ se va a estrenar próximamente en esta plataforma” me dice. 
Sobre cómo fue el desarrollo de la misma, Procaccini me explica: “El año pasado estrenamos esta obra de la autora argentina Lucía Laragione que tiene un texto bellísimo. Es una obra que amo hacer porque creo que tiene los dos condimentos que tiene que tener el teatro que son el humor y al mismo tiempo la reflexión, el pensar. Yo siempre digo que el teatro te tiene que entretener pero al mismo tiempo también te tiene que llevar a pensar”. 
Siguiendo con su explicación, me señala que la obra fue escrita en 1993 y que se estrenó primero en España. “En Argentina se estrenó en 1997 y después tuvo traducciones al francés, se hizo en Portugal también y el año pasado hicimos una versión acá en el Teatro Beckett, con muy linda repercusión del público”.
Lo generado provocó que se acerque a ellos la gente de Teatrix. “Nos invitaron a filmar y fue una experiencia maravillosa porque si bien filman las obras, les dan un tratamiento cinematográfico muy interesante”. 
La posibilidad de que la obra sea estrenada en esta plataforma de streaming genera que mucha más cantidad de público pueda acercarse a ella. “Le da una posibilidad a la gente del interior y de las provincias, que a veces no pueden acceder al teatro acá en Buenos Aires, de poder verla. Estamos felices de próximamente estrenar ahí la obra y también tenemos ganas de visitar Tres Arroyos y la zona”. 
– ¿Cuáles son los planes de la obra para este 2023? 
– Este año vamos a reestrenar en otro teatro que es el Teatro Celcit, y está la idea de mover la obra a diferentes ciudades de Buenos Aires y otras provincias. 
– ¿Cómo se conjugan, en este caso, las actividades de la actriz y las de la profesora de teatro? 
– Hay que acomodar los horarios, pero como una profesión se relaciona con la otra uno va aprendiendo. Siempre digo que mi vocación de docente de actuación es una alternativa a mi profesión de actriz. Casi siempre cuando uno enseña, aprende, entonces la docencia también es una ocasión muy atractiva y muy significativa. Creo que son vocaciones muy apasionantes que tienen que ver las dos con el arte y las disfruto muchísimo, aunque ante todo digo que soy actriz. 
– ¿En qué rama de la actuación te sentís más cómoda?
– A mí me gusta mucho el drama, igualmente transité por comedias, por dramas, por comedias-dramáticas… Creo que si me das a elegir, lo que más me gusta es la comedia dramática que une estas dos facetas del teatro, de hecho ‘Cocinando con Elisa’ tiene que ver más con un grotesco y tiene parte de comedia y parte del drama. Después durante toda mi carrera tuve la suerte de transitar por varias obras y por varios estilos. 
Hoy en día Luciana está feliz, “con nuevos proyectos y transitando el teatro, que es lo que más me gusta hacer. Quiero mandarle saludos a toda la gente de Tres Arroyos, especialmente a mi familia y amigos; espero que esta ilusión que tenemos de poder ir a actuar a Tres Arroyos se pueda dar”. 
Tres Arroyos
Si bien son varios los años que Luciana lleva viviendo en Buenos Aires, su relación con Tres Arroyos sigue tan estrecha como antes. “Yo visito todos los años Tres Arroyos, de hecho me fui para las fiestas y estuve hasta mitad de enero porque tengo toda mi familia allá. Es una ciudad que cada vez que puedo, estoy ahí, es una ciudad que me ayuda a relajarme porque Buenos Aires me encanta pero tiene su ritmo, entonces cada vez que voy a Tres Arroyos disfruto de esa paz y, sobre todo, de estar con mi familia. Cada vez que puedo voy”.
Obras
Luciana Procaccini ha formado parte de una gran cantidad de obras de teatro desde que llegó a Buenos Aires.
“Mi primer obra teatral fue un infantil que se llamaba ‘Amor invisible’ y ahí tuve la oportunidad de trabajar con Amelia Bence y con Erika Wallner. Después trabajé muchas obras de autores que realmente tenía ganas de trabajar” cuenta, para luego enumerar: “Hice ‘Saverio, el cruel’ de Roberto Arlt; trabajé en una obra que se llamaba ‘Detrás de las formas’ que es una adaptación de la novela ‘Ferdydurke’ de Gombrowicz que es un autor polaco que vivió muchos años en la Argentina e hizo su mayor producción acá. El director Alfredo Martín, con el que trabajo muchísimo, hizo la versión y con esa obra fuimos seleccionados para viajar a Polonia al festival Gombrowicz; viajamos en el 2012, estuvimos en Radom. Después también trabajé ‘El jardín de los cerezos’ de Chéjov; ‘Abandonemos toda esperanza’ que es una adaptación también de Alfredo Martín de una obra que se llama ‘En familia’ de Florencio Sánchez y ‘La vida puerca’ que es una adaptación de la novela ‘El juguete rabioso’ de Roberto Arlt”. 
Durante la pandemia, la actriz incursionó en el radioteatro. “Con la compañía que estaba trabajando decidimos hacer dos radioteatros, uno que fue ‘El desalojo’ a partir de un texto de Florencio Sánchez y el otro ‘Los invisibles’, a partir de un texto de Gregorio Laferrere”.
Sus últimas obras fueron “’Cocinando con Elisa’, ‘La Fachalfarra’ que también estaba inspirada en la última parte de la novela Ferdydurke –que les valió nuevamente una invitación a Polonia que no pudo darse por la pandemia- y ‘Todas ellas’ que fue algo diferente porque era un café concert en donde interactuaba la música, la danza y la poesía.
“Finalmente el año pasado terminé con una obra que se llamó ‘Milena e Irene periodistas’, que fue una obra sobre un encuentro entre dos personajes históricos que en la vida real nunca se conocieron y que la autora, Ana Arzoumanian, las llevó a escena e hizo un encuentro ficticio. Se trata de Milena Jesenská, que fue una periodista y traductora checoslovaca que terminó muriendo en un campo de concentración nazi e Irene Polo, mi personaje, que también era una periodista y traductora –en este caso catalana- que llegó a Buenos Aires con la compañía de Margarita Xirgu –su amante- y que víctima de la guerra civil española no pudo volver a España y terminó suicidándose en Buenos Aires. Es una obra que hablaba de la guerra, del marxismo, del franquismo, del fascismo… muy intensa”.    

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