Los locales comerciales de nuestra ciudad volvieron el blanco delictivo del día. En esta oportunidad, ocurrió en el barrio Residencial, donde pasada la medianoche de ayer, un solitario delincuente violentó la puerta de ingreso a la sucursal de Polipez, que está ubicada en la intersección de las calles Bartolomé Mitre y 1810, y se fue con el controlador fiscal y un poco de dinero de cambio que había en la caja.
Según confirmaron a este diario en el lugar del robo, luego de ver las cámaras de seguridad del local, el ladrón es un delincuente que apenas estuvo cinco minutos dentro del negocio antes de retirarse caminando del lugar por la calle 1810, en dirección a la ruta 228.
Tal como se informó en el propio negocio, se trata de un controlador fiscal marca Hasar, modelo 6100, acerca del cual existían esperanzas de recuperar, ya que no es funcional a nadie más que a sus propietarios.
Este tipo de robos se transformó en los últimos meses en la modalidad más perpetrada por los ladrones en Tres Arroyos, donde además otros negocios también sufrieron episodios más violentos, como robos calificados. No obstante, en ese sentido, cabe recordar que, a mediados de marzo, fue detenido un sujeto de 24 años con antecedentes penales, que anoche permanecía alojado en Bahía Blanca a disposición de la Justicia local. Por el mismo caso, también fue identificada su pareja menor de edad, quien simulaba ser su víctima mientras éste amedrentaba a las víctimas.
Sospecha fuerte
En las últimas horas, también se conoció de manera extraoficial que un joven muy conocido en el ambiente delictivo del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil tresarroyense había recuperado la libertad apenas 10 días después de haber sido recapturado, cuando evadió los límites de una salida transitoria del instituto bahiense Valentín Vergara.
De acuerdo a las estimaciones de fuentes de la investigación cercanas al caso, no se descartaba que el denominado “terror del centro”, haya estado involucrado en este tipo de episodios, donde, al igual que en Polipez, el daño muchas veces terminó siendo más grave que el botín sustraído.
Cabe recordar que este adolescente fue acusado de decenas de robos y daños en comercios céntricos durante los últimos dos años, aunque la última vez que lo capturaron, lograron privarlo de su libertad bajo el carácter de una medida de abrigo, a raíz de su consumo problemático de estupefacientes.
Hoy, de regreso en las calles de nuestra ciudad, pero con 18 años, no deja de ser uno de los principales sospechosos de esta reciente seguidilla de sustracciones, se indicó.
