BUENOS AIRES.- La joven que atropelló y mató a su novio rugbier continuará presa. El juez de Garantías de San Rafael, Pablo Peñasco, confirmó que Julieta Silva (29) actuó con alevosía cuando le pasó por encima con su auto a Genaro Fortunato (25), a la salida de un boliche.
La acusada, que tiene dos hijos pequeños de su anterior matrimonio, quedó procesada por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía, como pidió la fiscal Andrea Rossi. El juez desestimó el pedido de prisión domiciliaria que hizo la abogada defensora de la joven y volvió a su celda en la cárcel de San Rafael.
En la audiencia de prisión preventiva en los tribunales del sur mendocino, Silva le pidió perdón a los padres del joven rugbier: “No lo vi tirado en la calle”, afirmó. Minutos antes, la fiscal había hecho una fuerte acusación. “Lo mató con frialdad y sin culpa”, aseguró.
“Se percató que Fortunato estaba en el piso y de todas formas lo atropelló”, aseguró la fiscal Andrea Rossi, según consignó el Diario de San Rafael. Si bien confirmó que la acusada sufre astigmatismo (una de las estrategias de la defensa para afirmar que no se dio cuenta que el joven estaba allí), la fiscal consideró que “su campo visual no le impidió verlo”.
La madrugada del 9 de septiembre, cuando atropelló a su novio, Silva no estaba usando los anteojos que habitualmente utiliza para manejar. Luego, Tíndaro Fernández, el abogado de los Fortunato, ratificó los dichos de Rossi, y los amplió: alegó que se llevaban muy mal y que Silva quiso matarlo.
Una pericia que complica
Una pericia ya había complicado la situación de Silva. El fin de semana trascendió que para los peritos la imputada es una persona “egocéntrica, sin sentimientos de culpa, antisocial e histriónica”. Consideran que tiene escasez de frenos inhibitorios y existen rasgos de violencia en su personalidad.
El informe pericial cuenta con siete ítems que, según publicó el portal Sitio Andino, hacen referencia al “narcisismo” y a una “inclinación a la manipulación”. Pero el punto más importante es el que destaca que puede ser “peligrosa para otras personas”. La audiencia por la prisión preventiva de Silva comenzó cerca de las 9.30 y está a cargo del juez de Garantías Pablo Peñasco.
Florencia Garciarena, en tanto, la defensora de la joven, había solicitado la prisión domiciliaria y pidió el cambio de carátula a homicidio culposo agravado. En caso de ser hallada culpable cuando la causa llegue a juicio, Silva podría recibir una pena de prisión perpetua (que representan al menos 35 años de cumplimiento efectivo).
La versión del vigilador
Un testimonio de central de la causa es el del cuidacoche del boliche “La Mona”, al que la pareja había ido la noche en que Silva terminó atropellando a Fortunato. El vigilador contó que salieron discutiendo hacia el estacionamiento. Llovía con intensidad. Según su testimonio, ella subió al auto Fiat Idea.
Él intentó frenarla y se apoyó sobre la ventanilla que estaba semiabierta para evitar que se vaya. Ella aceleró con el auto y él se cayó sobre la calle. La mujer siguió su marcha unos 150 metros y realizó una maniobra en U para volver.
Él seguía tirado en el piso y se estaba levantando cuando el auto que conducía su novia le pasó por encima. Le produjo aplastamiento de cráneo y causó su muerte inmediata. (Diario de San Rafael)