La Unión Cívica Radical de Tres Arroyos dio a conocer un comunicado que lleva como título “Nuestra opinión acerca de la política”.
En primer término, el escrito indica que “en estos días de intensa actividad política vemos con disgusto como desde el poder local se está denigrando esta noble actividad, que es la forma que tienen los ciudadanos para expresar sus deseos y proyectos en una república”.
Señala que “estas acciones se encuentran reglamentadas por leyes que rigen nuestro código de convivencia, que nos permiten actuar como una sociedad republicana y no simplemente como una tribu. Violar estas reglas nos pone fuera de la ley, pero mucho más grave es que quien lo haga sea nuestro intendente. Es él quien debiera dar el ejemplo, ya que ocupa el cargo más alto dentro de jerarquía política local”.
En su análisis, la UCR manifiesta que “hacer esto además acarrea otra falta también grave, que es olvidar la ética que en esta época pareciera demodé. Sin embargo, para nosotros que formamos parte de un partido centenario, es importante y lo hemos demostrado durante más de 100 años”.
En este sentido, afirma que “no se puede hacer cualquier cosa en aras de una campaña política, es una falta de ética amenazar con cambios de ordenanzas para amedrentar a productores agropecuarios acerca del Ente Vial que está funcionando bien y que la mayoría apoya. Nuestro bloque siempre aprobó la rendición de cuentas del mismo”.
De la misma manera, sostiene que “tampoco está bien pretender usar un banco de datos de una institución educativa, para la campaña política, cuestión que está prohibida por ley, como así también hacer inauguraciones en tiempo de veda”.
Destaca que “felizmente el director de esta institución se negó a esto renunciando, dando un ejemplo como educador y ciudadano que lo enaltece y por lo cual lo felicitamos”.
Destaca que “felizmente el director de esta institución se negó a esto renunciando, dando un ejemplo como educador y ciudadano que lo enaltece y por lo cual lo felicitamos”.
Por último, la UCR subraya: “El ver estas actitudes de soberbia y prepotencia nos hace preguntarnos: ¿qué lleva a los gobernantes a pensar que todo es válido? ¿Es tan difícil aceptar que los ciudadanos quieren un cambio, o es que el poder los lleva a alejarse tanto que desconocen la realidad? Para nosotros no todo es lo mismo ni todo está permitido en política, la ética nos importa y no todos los que hacemos política somos iguales”.