Y Quilmes lo hizo… El Cervecero hizo realidad el sueño de ser el campeón de la primera fase del Torneo Oficial 2017 de la Liga Regional Tresarroyense de Fútbol; hizo posible que una gran barriada de la ciudad festejara por segundo fin de semana consecutivo; hizo trizas el invicto de la temporada de su clásico rival.
En definitiva, Quilmes hizo los méritos suficientes desde la efectividad, inteligencia y entrega para dar una nueva vuelta olímpica al ganarle 2-0 a Huracán en el gran match definitorio. Con sendos goles de su capitán, Luis Aramendi, el equipo de Omar Espinal se aseguró, como mínimo, un lugar en la gran final del año si es que el ganador de los playoffs, que comenzará en dos semanas, no es el propio Quilmes.
Pero, y por suerte, resulta imposible no hablar de la gran fiesta de fútbol que se vivió ayer en la cancha de Boca. Una multitud le dio el marco y color adecuado a una final entre los clásicos rivales; y toda esa fiesta terminó como tal, donde sólo se hablará de fútbol y de cuestiones deportivas… Y de un merecido campeón.
Es verdad que el partido fue más lindo afuera que adentro de la cancha, donde el buen fútbol estuvo ausente en gran parte de los 90 minutos. Resultó una típica final donde se jugó con mucha dinámica y vértigo, un marcado despliegue y demasiada fricción.
El fuerte viento conspiró contra el juego vistoso, a ras del piso; en cambio el pelotazo tuvo mucho protagonismo y en todo ese contexto general, el campeón mostró ser más preciso. Hasta los 15′, las pelotas paradas aparecían como lo más peligroso para ambos; Quilmes se mostraba rápido y Di Croce intentaba repartir el juego.
En ese momento Huracán se hizo más de la pelota y comenzó a desplegar su ilusión abriendo la cancha, aunque salvo un remate de Fritz elevado, poco fue el peligro que originó. Y cuando parecía que se jugaba al ritmo del Globo, el “laboratorio” de Quilmes dio sus frutos a los 29′ con un tiro libre de Zaragoza a la cabeza de Aramendi, quien anticipándose en el primer palo mandó la pelota lejos del arquero. 1-0, delirio del Cervecero y duro golpe para los de Gómez.
Ese impacto tuvo efecto; Quilmes fue por más sobre un rival que se desconcentró por unos minutos. A los 36′ Aramendi estrelló un cabezazo en el travesaño tras centro de Zaragoza; y 3′ después, tras robar una pelota sobre la salida del Globo, Viera habilitó con precisión al “Vizcacha”, quien definió cruzado ante el cierre del “1”.
Con el 2-0 y el viento en contra, en el complemento Quilmes se replegó. Achicó espacios atrás, rápidamente sacó un delantero y puso otro defensor, y con un tremendo despliegue de Leyes y Alfredo Aramendi, más la entrega del resto, se sintió sólido. Huracán intentó imprimirle velocidad a sus ataques, pero no tuvo ni precisión, ni ideas, ni movimientos para desarmar al rival. El pelotazo fue mal usado, y el paso de los minutos le jugó en contra.
Recién a los 32′ Uzidinger rompió el molde pero terminó con un centro inofensivo; a los 41′ Elizondo exigió a un Luengo que respondió bien y a los 48′ el “1” del campeón le ganó el mano a mano a Domínguez.
Y ahí se terminó la resistencia del Globo, Quilmes empezaba a darle rienda suelta a su festejo de la mano de la inteligencia, concentración y oportunismo.
Atributos que se potenciaron con el amor propio de cada jugador y que explotaron en un grito: ¡¡¡Campeón!!!