Por Ernesto Martinchuk, periodista parlamentario
El diputado y exministro de Planificación Federal Julio De Vido sumó otro dolor de cabeza: a pocos días de que el juez Luis Rodríguez ordenara su desafuero y detención en una causa por desvío de fondos del yacimiento de Río Turbio, otro magistrado, Claudio Bonadio, dispuso las mismas medidas en otra investigación, por supuesto fraude en la compra millonaria de gas licuado, pero primero la Cámara baja deberá quitarle los fueros.
Bonadio procesó y ordenó detener a De Vido y a quien fuera su mano derecha durante la gestión kirchnerista, Roberto Baratta, por irregularidades en la compra de gas licuado. Dado que Baratta no tiene fueros, se lo arrestó de inmediato; en cambio, para el legislador habrá que esperar, mínimamente, hasta el miércoles próximo, día de la votación en la Cámara de Diputados.
Además de estas medidas, Bonadio trabó un embargo por 1.000 millones de pesos a cada uno, en un fallo donde también procesó a Daniel Cameron y al exministro menemista de Obras Públicas Roberto Dromi, quien asesoró al gobierno de Cristina Fernández. Otros de los procesados fueron los expresidentes de ENARSA Exequiel Espinosa y Walter Faygas.
En la causa se investiga el pago de sobreprecios -se estima que fue del doble- por millón de BTU, la unidad de en la que se mide el Gas Natural Licuado, en el período comprendido entre 2008 y 2015.