Vecinos de dos barrios ubicados en distintos puntos de la ciudad acudieron a LA VOZ DEL PUEBLO para intentar llegar a resolver un problema, que no pueden lograr por medio de reiterados pedidos al municipio.
Esta foto corresponde a Tacuarí al 200, en tanto que la otra a Ayacucho al 400
Uno de ellos es Pablo Lemme, quien tiene su casa en calle Tacuarí 250, y junto a su vivienda padece la presencia del abandono de un baldío. “En diez años que vivo lo han limpiado una sola vez, tiene los pastos que pasan el paredón, está lleno de mugre y ahora tiraron un sillón, se juntan ratas y hasta los chorros se meten por ahí”, relató el hombre que descubrió la modalidad delictiva después de haber sido víctima de un robo en su vivienda.
“Me fui a quejar a la Municipalidad para ver quién era el dueño, dijeron que lo iban a ir a limpiar y que se lo iban a cobrar en los impuestos pero nunca lo hicieron, ya no sé a quien recurrir”, expresó Pablo.
Cada queja suya sin resolución las presentó en la sede municipal de calle 1810, área desde donde le apuntaron quién es el propietario, pero también desde donde -hace años- que no le resuelven su problema.
Según contó a este diario desde el municipio “sólo ataron con alambre un portón que se cae” sobre el frente del terreno que no hace más que desmejorar la calidad de vida de los vecinos del sector, y que en el caso de Pablo lo tiene a él cortando el pasto en la adyacencia de su vivienda porque como él dice “me genera mugre a mí que estoy al lado”.
Otro caso
Una situación similar vive Mariano González en su casa ubicada en calle Ayacucho al 460. Un terreno lindero le genera presencia de alimañas y suciedad en forma permanente, pese a que reclama por su limpieza -sin éxito- en las oficinas municipales de calle Castelli. Reconoce que “alguna vez” desde el municipio han acudido a limpiar, pero remarcó que si hay alguna acción es porque primero hubo “un reclamo” de un vecino quejándose.
“Ayer pasaron la máquina por lo que es la vereda, pero el terreno sigue igual. Nuestra casa linda con un vivero en mal estado, y también he ido hablar porque hay terrenos por Azcuénaga”, contó. Y agregó que “como ciudadano tengo todos los impuestos al día, se lo he planteado con Medio Ambiente y Bromatología, tenemos que estar alimentando a las ratas por el solo hecho que están los terrenos como están”.
El joven padre puso el acento en este punto y dijo que “si bien sé que la ciudad está poblada de ratas, yo tengo una criatura y el terror mío es que no puede estar saliendo en el patio de casa porque los bichos andan, ése es el tema. Si entrás a mi casa el patio parece un billar pero al fondo no la dejo ir a la nena”, expresó mientras rezongaba al recordar que llama “todos los años para que se haga una limpieza porque los dueños no hacen nada”, dijo sobre el cierre.