LA PLATA.- Cinco personas, entre ellas tres menores, fueron identificados y puestos a disposición de la Justicia en el marco de nuevos allanamientos en causas que se investigan por realizar falsas amenazas de bomba a escuelas en la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Un joven de 19 años -quien además administra un quiosco escolar-, uno de 17, dos chicas de 13 y el padre de una de ellas fueron identificados y puestos a disposición de la Justicia tras operativos realizados por efectivos de la DDI Morón en diferentes causas por intimidación pública.
El primero de ellos fue una vivienda de Merlo, donde se demoró a un joven de 17 años sospechado de llamar a la Escuela Nº 28 Carlos Pellegrini, sita de San Antonio de Padua. Además, fue identificado en Ituzaingó un sujeto de 19 quien posee un quiosco en el Colegio Nº 18 Filipinas de Villa Udaondo, lugar donde habría efectuado la llamada.
Por su parte, en la localidad de Mariano Acosta, se demoró a una chica de 13 años sospechada de hacer una amenaza a la Escuela Sagrado Corazón de Jesús de Merlo al tiempo que se lo imputó a su padre de la causa. En Merlo, otra joven de 13 fue imputada también por hacer lo mismo al mencionado colegio.
En los allanamientos, además, se incautaron los celulares usados para las llamadas y distintos elementos informáticos. Intervienen la UFI Nº 2, el Juzgado de Garantías Nº 6 y la Fiscalía de Fuero Juvenil Nº 2, todos del Departamento Judicial de Morón.
¿Qué les pasarà?
El procurador general de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand, indicó que las amenazas de bomba “se tratan de un delito, no es una broma, ni un juego de niños” y subrayó que, aunque sean menores, “tiene consecuencias, y serias”.
En diálogo con TN, el procurador dijo que “una de las alternativas es que un mayor se valga del menor para cometer este delito. Si el mayor se vale del menor, hay algunas alternativas. Una de ellas es que si tiene menos de 16 años, y por lo tanto en nuestro sistema penal es inimputable, el mayor incurre como autor mediato en la comisión del delito y le vale a él la pena correspondiente a esta figura de intimidación”.
“Si el menor de edad tiene de 16 a 18 años y es imputable, puede haber una coparticipación en el delito, y eventualmente alguna concurrencia de otro delito. Y si hay además participación de otras personas, se puede eventualmente configurar una comisión por vía de asociación ilícita que hace que el delito tampoco sea excarcelable”, agregó Conte Grand. (TN/DIB).