La antropología del papel, al cubo

Detectives, lupas, trenes y Agatha ensamblados con letraset, hojas y frases que arman una nueva historia misteriosa junto a cuadros que cuelgan frescos y sensibles a la mirada de quien esté atento para descubrir -encerrado en esos marcos- a cada uno de los autores de Papel al Cubo. Laura Dalton, Mónica Fierro y Sergio Artola son “Papel al cubo”, llegaron durante la mañana del jueves al Museo Mulazzi y prepararon para la comunidad tresarroyense su cuarta muestra en conjunto. 

Aunque tenían un plano imaginado para colgar sus obras, la disposición la hicieron según la hermosura que el lugar elegido pudiera reflejar en esa composición. Los tres trabajan en papel desde diversos ángulos, y es el material protagonista en sus obras, pero de diferente forma. 

Sergio Artola le contó a LA VOZ DEL PUEBLO que “nos une el collage y la utilización del papel, las superposiciones, el plegado, el calado, el uso de distintas texturas. Lo usamos de formas diferentes y con imágenes distintas. Mónica (Fierro) y yo trabajamos con hojas de libros antiguos y Laura (Dalton) hace otro tipo de trabajo, pero el punto en común es el papel plagado, cortado, calado”, confió. 

“Cada uno trabaja en forma independiente en su taller”, señaló Mónica quien contó que ante una muestra se reunen y ven las conexiones entre los trabajos de cada uno sin que esa modalidad los represente como un colectivo. 

Por eso Mónica planteó que “ahí está el desafío del público, que puedan distinguir y jugar a saber a quién pertenece cada trabajo”. 

Laura en tanto señaló que “el color que predomina es aviejado o los naturales, tierras, algún negro, es retomar los papeles viejos, partituras, libros, mapas y de los personajes de los libros de cuentos tradicionales”. 

La primera muestra realizada por Papel al Cubo fue especial, ocuparon con 28 obras una sola pared sin ninguna identificación de las obras. Fueron todas diferentes con distintos marcos y formatos elegidos para trabajar el papel, aunque sin embargo hubo algo que los unía, pero la obra era bien diferente. 

“En esa primera muestra se vio el trabajo comunitario de tres artistas que se quieren y que siguen adelante sin querer ser estrellas sino aunarse en el amor por su trabajo. Por eso desde el primer momento tratamos de unirnos, lo que es fundamental en estos tiempos”, explicó Mónica a este diario. 

A su turno, Laura, dijo que “cuando ponemos nuestras obras juntas de determinada manera nos damos cuenta que la muestra va, que queda bien, pero no lo proponemos de antemano”. En cuanto a la elección del material para la realización de sus trabajos Laura explicó que “el primer acercamiento al dibujo es el papel”, mientras que Mónica acotó que “trabajo con bordados muy sutiles, con punteados, por eso en lo personal es volver a la infancia, a mis abuelas, a unas tías muy hermosas que vivían en Tucumán, es un homenaje con mi impronta, pero que llevan mucho a esos momentos”. 

En cuanto a la decisión de Sergio de pasar del grabado al papel explicó que cursó la Escuela Nacional de Bellas Artes y que ahora tiró los guantes con el grabado aunque sigue dando talleres. “Encontré en el papel, en el collage, algo que me gusta mucho hacer. Me entusiasma mucho lo último que trabajo que es con los libros de Agatha Christie, soy fanático de su literatura, fueron los primeros libros que leí, ahora soy un enfermo de la lectura. A partir de ellos creo nuevas historias. Eso tiene el papel, creás historias a través de él, que permiten explorar”. 

Laura fundamentó la elección que hizo porque -según dijo- “los cuentos son de papel y ellos son nuestro primer acercamiento a la literatura, lo mismo cuando dibujamos, desde el principio el papel es el protagonista. Recreo las historias a mi manera y trato de generar distintas escenas usando además luces y sombras”. 

Cuelgan de las paredes de la sala Ismael Jaka del Museo Mulazzi diferentes obras de Papel al Cubo. También tres estructuras hechas con papel, cajas, una cúpula de cristal en la que se observan libros, partituras, hojas avejentadas raídas por el tiempo, recortes, rollos de papel y obras con tridimensión.

“Rescatamos el libro leyendo desde otro lugar, las partituras, las hojas, los recortes. Con todo eso armamos estructuras”, explicaron los artistas a este diario. Proponen que cada una de las estructuras es parte de la evolución, y por eso Sergio afirma que “la riqueza del papel es esa, se puede hacer en plano o en dimensión, da para muchas cosas, empieza a tener un protagonismo más fuerte. Antes era sólo un soporte para producir algo”. 

Para sus obras los artistas aprovechan el papel que consiguen de los mismos libros que compran, o les regalan. De antiguas partituras, materiales para collage difíciles de conseguir, como las letraset. 

En su método de trabajo la idea es poder aprovechar en el papel o en los libros antiguos la historia que cuentan. “Son cosas que recuperan no solo un lenguaje, sino herramientas que están muy buenas, es la antropología del papel”, sostuvo Sergio. 

Finalmente los autores de Papel al Cubo anunciaron, respecto a la muestra, que estará abierta hasta el 30 de octubre en el Museo Mulazzi. Y resaltaron que museos de la provincia los inviten, al considerar lo importante que resulta que la obra viaje con sus autores. Pequeñas mariposas cuelgan frágiles, y artísticas. 

Encerradas en una cúpula de cristal sobre pedacitos de partituras que dejan ver alguna melodía, una caja-libro de madera imagina una historia que invita a la investigación, cientos de rollitos hechos con viejas hojas se ensamblan para dar forma a aquello que la imaginación del espectador quiera descubrir. 

Así se asoma la obra de Papel al Cubo que espera para sorprender a los tresarroyenses que se aventuren a disfrutarla.