Juan Martín del Potro volvió a festejar en Suecia. Con un alto nivel de tenis, la Torre de Tandil, N°19 de mundo, se impuso con autoridad en la final ante el búlgaro Grigor Dimitrov, N° 8 del mundo, por 6-4 y 6-2 y se consagró campeón del ATP 250 de Estocolmo por segundo año consecutivo.
El tandilense, de 29 años, jugó un partido casi perfecto. Siempre estuvo al frente y en ningún momento sufrió los intentos de recuperación de Dimitrov, jugador Top-10, que se tuvo que conformar con el segundo puesto.
“Se lo dedico a mi familia, a mis amigos y a mi novia, que me apoyan todo el tiempo”, declaró la Torre después del partido, durante la premiación. “Creo que jugué el mejor partido de la semana. Siempre es lindo volver, conseguir otra vez el título y espero volver el año que viene. Me encanta estar en Estocolmo, el público, el torneo”, añadió.
Este fue el primer título de Del Potro en el año y el segundo para el tenis argentino, tras la consagración de Leo Mayer en el ATP 500 de Hamburgo. De esta manera, el ganador del US Open 2009 alcanzó los 20 títulos individuales en su carrera, cinco menos que José Luis Clerc (25), segundo máximo ganador de nuestro país, y 42 por debajo de Guillermo Vilas (62), quien domina este ranking con comodidad.
Del Potro tuvo una temporada con muchos altibajos, lo que le impidió vivir un año de ensueño. Lo mejor fue la semifinal del US Open, donde perdió contra Rafael Nadal por 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2. También brilló hasta la misma instancia en el Masters de Shanghai, donde cayó ante Roger Federer por 3-6, 6-3 y 6-3.
Diego Schwartzman dio pelea, pero no pudo con Jo Wilfried Tsonga
Diego Schwartzman reaccionó en los últimos games, pero no le alcanzó y perdió con el francés Jo-Wilfried Tsonga por 6-3 y 7-5 en la final del torneo ATP 250 de Amberes, Bélgica, disputado sobre canchas rápidas, con 589.185 euros en premios.
“Caí contra un gran jugador. Sacó muy bien, demasiado bien. Fue una semana increíble, aunque vengo con dos finales perdidas contra franceses en Amberes (Gasquet y Tsonga). ¡Espero no jugar más finales contra franceses!”, dijo Schwartzman, entre risas, más allá de la derrota. (La Nación)