Quequén Sur, una cabaña suprema
En su primera participación en la Expo Angus de Otoño la cabaña de Serafín Sillero consiguió tres de los premios más importantes con sus toros colorados, incluido el Supremo Gran Campeón Macho de la muestra. “Nosotros venimos a mostrar lo que hacemos. No esperábamos lograr esto”, dijo el cabañero
“Nosotros vamos a mostrar lo que hacemos. ¿Expectativas? Ninguna. Si va bien, va bien; y si no, no importa”. La respuesta fue de Serafín Sillero ante la consulta de La Voz del Pueblo unos días antes del comienzo de la Expo Angus de Otoño en Palermo.
El relato dirá que no soló mostró el tipo de animal que hace en Quequén Sur, sino que anotó el nombre de su cabaña en la historia grande de la raza. Uno de sus toros colorados fue consagrado Gran Campeón Macho Colorado, primero, y luego Supremo Gran Campeón Macho; y otro quedó como Reservado Gran Campeón Macho Colorado.
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“La verdad que no esperábamos tanto, la idea era un poco mostrar lo que hacíamos. Teníamos algunas vaquillonas buenas, habíamos quedado ahí en la competencia de hembras el jueves, y el viernes se nos dio todo. A veces un animal que a uno le gusta puede terminar tercero o ser Gran Campeón, depende del gusto del jurado”, comentó Serafín sobre lo que fue la primera participación en la Nacional de Otoño.
Está claro que el jurado uruguayo Andrés Peñagaricano se enamoró de los toros de Quequén Sur.
Ya en el box junto a los animales, y cuando empezaba a bajar un poco la espuma de tanto premio grande, Sillero recibió la visita de Alfredo Bellocq, titular de cabaña Santa Rosa y otro que sabe lo que es llegar a lo más alto con un colorado de la mano de su imponente toro Mateo. Justamente los dos machos de Quequén Sur son hijos de Mateo. “No hay otro toro colorado como este. Seguramente va a ser Gran Campeón de Palermo”, comentó Bellocq en el galpón luego de su saludo con Serafín.
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“La idea es venir y mostrar nuestro programa, lo que hacemos, porque los toros los usamos para nosotros, para la producción a escala. Y venimos a mostrar una fila que representa eso. Después si los premios salen, mejor, porque la verdad es que uno lo disfruta mucho. Es una gratificación importante el reconocimiento de un jurado. Pero más allá de eso hay que venir a mostrar la producción”, volvió a explicar con la mima calma con que se paseó por la pista y con la que respondió antes de que empezara la Expo.
Estas tres banderas se convirtieron en las primeras que Quequén Sur obtiene en toros colorados. El Reservado Gran Campeón se había consagrado en Palermo como Mejor Ternero, pero en mayores todavía no había premios. “Así es, empezamos hace poco con el colorado, tuvimos buenos resultados el año pasado en Palermo en teneros y terneras. Venimos poniendo algunas fichas a eso y por suerte salió esto. Que no era esperado”, comentó.
Hay equipo
El grupo de trabajo de Quequén Sur en la Expo estuvo compuesto por Serafín, el cabañero Daniel Calvo; Alvaro y Julián. Esta vez no tuvieron la compañía de Germán, el padre de Serafín y quien le inculcó el amor por la ganadería.
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Serafín es la cuarta generación y quien tomó la posta de lo que comenzó su bisabuelo en 1940, cuando fundó Santa Clara, la cabaña familiar. Y Quequén Sur es la que fundó el propio Serafín y a la que su padre se sumó.
Hoy hijo y padre (en ese orden) trabajan en el campo llamado El Destino en El Perdido con la cabaña de Angus y con la de Hereford. Y si bien son esencialmente criadores de Angus, Serafín reconoció que su corazón lo tiene con los “pampas”. “Lo que pasa que yo arranqué con Hereford, fue cuando Carlos Ojea me regaló mis primeras vacas de pedigree”, recordó.
“Pero el planteo comercial es Angus, y con el Hereford desarrollamos un emprendimiento en la Patagonia, que tiene una escala menor aunque le dedicamos también mucho trabajo”, completó Serafín.
Al despedirse volvió a repetir: “No esperaba algo así”, que Quequén Sur se transformar en una cabaña suprema.