La genética de Rústicos siempre es muy votada

En un lunes post electoral y lleno de incertidumbre, este grupo de cabañeros y criadores volvió a ganar: el Máxima Selección Genética fue un rematón. El voluminoso y destacado encierre siempre encontró manos, lográndose algunos valores sobresalientes y buenos promedios

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Pase lo que pase, Rústicos siempre es una propuesta muy votada.

Típico de Argentina, las horas previas a la realización de la 19ª edición del Rústicos Máxima Selección Genética, el remate emblema del sello, fueron una montaña rusa.

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El grupo de criadores y cabañeros que comanda Sergio Amuchategui llegaba a Tandil con la oferta más voluminosa de todas las versiones desde 2007, y también una de las más destacadas en cuanto a la calidad del encierre. A eso se le sumaba el gran momento que vive la ganadería desde la salida del verano. Un escenario que potenciaba las expectativas.

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Pero el domingo se votó en la provincia y a los nervios típicos de un remate tan importante se le sumaron la incertidumbre del día después. A eso había que agregarle que la subasta se realizaba un lunes, jornada atípica y casi nunca utilizada para rematar, y que la organización había decidido cambiar el formato de la venta: los casi 1.700 animales encerrados en los corrales no iban a pasar por la pista, se comercializarían por pantalla, priorizando la comodidad de los compradores y evitando el frío de la tarde una vez puesto el sol.

Con el resultado puesto todo quedó en anécdota. Rústicos tuvo un rematón en la linda tarde de Tandil.

Todo comenzó con los tradicionales discursos de bienvenida y entrega de reconocimientos a las cabañas y criadores, para pasar después a la acción en el muy bien ambientado galpón de la Sociedad Rural local. Y martillo de Roberto Mondino sacudió rápido las dudas con la venta de siete terneras de pedigree de Arandú, en la que la primera elección por el 50% se pagó 50 millones de pesos, cifra que se convertiría en el mayor valor del remate.

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Entonces llegó el turno de los toros de pedigree, en los que fueron pasando con agilidad y logrando valores muy destacados los de la cabaña de Federico Vizzolini y de La Reserva de Mariano Castro, para seguir con los de El Volcán, siempre buscados, también alcanzado un promedio interesante reflejando la homogeneidad de la oferta.

El trámite no cambió cuando fue el turno de los toros puros controlados. Otra vez manos siempre levantadas y de distintas provincias, mostrando la amplitud territorial de Alfredo S. Mondino y también la adaptabilidad de la genética de los integrantes de Rústicos. Así, podría decirse más rápido de lo esperado, se volaron los toros.

Había mucho vientre para vender y había mucha mano para comprar. Alternando el martillo entre Roberto, Pedro Altapharro y Julián Bicondoa, fueron saliendo con agilidad las distintas categorías. El inicio fue con las vaquillonas y vacas con cría, haciendo buenos valores, pasando a las preñadas, categoría que evidenció el contraste entre las de parición primavera y las de otoño, las futuras madres y el cierre con unas Terneras Angus Certificadas.

Misión cumplida

“Era un día bravo después de las elecciones, había incertidumbre, no se sabía cómo iban a ser los plazos, pero el criador, el vendedor apostó todo, nos dio confianza. La hacienda que había era extraordinaria y vendimos con buenas condiciones comerciales, y se repartieron reproductores por todos lados. Fue un buen remate”, aseguró Roberto Mondino a pocos minutos del final.

“Siempre hubo muchas manos, lo que  habla de un buen trabajo de todo el equipo. Las tropas eran extraordinarias, fue muy bueno el trabajo de Sergio Amuchategui en la organización, y muy bueno lo que hizo todo el equipo comercial nuestro que buscó los compradores. Y ese comprador le hizo justicia a la hacienda, pagó precios muy acordes. Un lindo remate tuvimos”, completó el consignatario.

Habían pasado cinco horas del inicio del remate, de es comienzo lleno de incertidumbre, y ahora en el galpón se vivía un momento de celebración mesurada, sin euforia. Había sí satisfacción y tranquilidad por la misión cumplida.

Había terminado uno de los mejores remates de la larga y rica trayectoria de Rústicos. Una nueva prueba de que la genética de este grupo de cabañeros y criadores siempre es muy votada.

Los negocios

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