Degustación en El Buen Vino a cargo de un enólogo francés

– Desde la bodega que represento, hace dos años empezamos a darle prioridad al mercado local. Entonces mi llegada a Tres Arroyos tiene que ver con darnos a conocer, explicar cómo hacemos nuestros vinos, de dónde vienen, qué identidad y particularidades tienen, y por qué lo hacemos en el Valle de Uco. 

– Piedra Negra es una bodega de un dueño francés, François Lurton. Él llegó en la década del 90, y comenzó a buscar un lugar para hacer su propia bodega. Buscando mayor frescura y concentración en sus vinos conoció el Valle de Uco. Fue uno de los pioneros, uno de los primeros en asentar una finca en el pie del monte, en una zona con suelos poco fértiles, pobres, hostiles. 

– Buscaba concentración, algo parecido a lo que conocía en Francia, donde los suelos son pobres, pedregosos, y como caen excesivas precipitaciones es imprescindible que el suelo sea pobre, para que la vid tenga acceso a los nutrientes y al agua de forma limitada, para concentrar toda su energía en la fruta. Por eso se alejó de las zonas de suelos más profundos y ricos. En estos suelos pobres la vid sufre más, y al sufrir más se concentra más su fruta y tienen más concentración. 

– Es difícil encasillar a la forma de producir vinos, hay muchas zonas y muchas uvas distintas, por lo tanto muchas formas de producir vinos. La diversidad de uvas es mayor en Francia, por lo tanto es más diversa la producción.

– Hay un mercado que siempre fue importante para Argentina que está deprimido, que es el de Estados Unidos. Además, hay una moda del Malbec que cambió, ya no se vende tanto, salvo el de alta gama. A mi modo de ver, el problema del mercado argentino es que la herramienta productiva argentina es irregular e inconstante. Por ejemplo este año el valor de la uva se duplicó respecto al año pasado, y eso el mercado internacional no lo puede entender. Puede variar un poco el precio, pero no es sano que lo haga como sucede aquí. 

Argentina se está posicionando con sus vinos de alta gama en el mundo. Hay una pasión por el vino, mucha creatividad, y eso se comenta afuera. Pero es importante que la organización interna sea más estable para posicionarse mejor en el mercado internacional. Hay que transmitir confianza. 

– El Gobierno plantea una reforma tributaria que incluiría un “impuesto al vino”. ¿Qué impacto puede tener en el mercado? 

– Eso sería un problema dependiendo de qué porcentaje estemos hablando. En Francia hay un impuesto pero es ridículo. Escuché que aquí sería de entre 10 y 20%, además del IVA que ya pagamos. Eso sería algo muy fuera de lo que la industria puede pagar, algo inédito. Que un país productor, donde la industria en Mendoza es fundamental , deba trabajar con una tasa tan alta es inédito. No creo que haya otro país productor de vinos en el mundo que pague esas tasas.  

– Este año he notado un gran crecimiento en el mercado local, sobre todo en los vinos de alta gama. Esa es una gran suerte que tienen en Argentina, que los vinos de alta gama se venden en el mercado interno. Nosotros vendemos muchos más vinos varietales o reservas al mercado externo, y los de alta gama los vendemos mejor aquí.