Un delicioso almuerzo por la integración

El evento tuvo lugar en el camping de Luz y Fuerza, y el clima acompañó con un cielo soleado, aunque con algo de viento costero. Desde la recepción, los comensales se sentían más que bienvenidos al probar las empanadas de pollo y una cazuelita de ñoquis al verdeo. Ya cada uno ubicado en la mesa, la entrada fueron brochettes de tres carnes sobre colchón de hojas verdes, el plato principal lo constituyó una suculenta bondiola de cerdo caramelizada y con salsa criolla con un puré “Claromin”, que tenía un interesante toque de queso azul. Para los postres, nuevamente una generosa porción de nugatón con dulce de leche, y para los intrépidos que llegaron a degustarlos, mousses con frutos rojos. 

Un menú como “para salir rodando”, elaborado por el chef local Agustín Gómez Ferrari y todo un equipo de colaboradores de la institución. De hecho sobraron porciones de los distintos platos, que fueron subastadas entre el público y se vendieron muy rápidamente. La gente quedó muy conforme con la comida, y lo expresó en reiteradas oportunidades con aplausos.

En un sector, se ubicó un gazebo con distintos trabajos artesanales elaborados por los chicos de Claromin en los talleres efectuados durante el año, también hubo sorteos entre los presentes.

Como todos los años, la institución entregó el premio denominado Pedro Sonríe. La distinción en sí ya constituye una historia en sí misma, porque hace referencia a Pedrito Gómez, un niño claromequense con síndrome de Down, que falleció hace cinco años. De hecho sus padres permanecen hasta la actualidad en Claromin. El premio este año fue para Radio Comunidad Claromecó, debido a su permanente apoyo a la entidad.

Indudablemente estuvo presente el recuerdo a Tito Martínez, director de la emisora fallecido este año. Puede decirse que Claromin se empezó a gestar desde la misma RCC, cuando Jimena Drake tenía un espacio semanal en la radio donde se hablaba de discapacidad, una idea surgida de Martínez. Entonces comenzaron a salir a la luz historias de discapacitados locales, y se sumó un grupo de padres que ya venía trabajando porque habían gestionado la apertura de la extensión de la Escuela 501 en la localidad. Así nació el núcleo y la base de lo que es Claromin. Claudio Menéndez pasó a recibir el premio en nombre de la 97.9.