Sol compartió este lunes por la mañana en su red social de Facebook la experiencia que le tocó vivir durante la noche del sábado 4. 

En la narración que hizo del hecho señaló que al menos un par de sujetos la siguió en una combi, hasta que la atravesaron en su camino y comenzaron a correrla de a pie. No supo con certeza afirmar si pudo haber visto antes a ese vehículo, igualmente señaló que “andan muchas combis acá que transportan mercadería o ese tipo de cosas, pero es la primera vez que me pasa algo similar. Había escuchado y leído de autos que perseguían chicas, pero nunca me había pasado”. 

Desde el mes de enero, Sol, vive en la capital bonaerense hacia donde fue a estudiar ingeniería civil, después de haberse recibido en Tres Arroyos de Maestro Mayor de Obras. Tiene 21 años de edad. También se observa en su relato que caminar atenta y con desconfianza -de noche- le sirvió para estar alerta. 

“Me ayudó mucho, nunca ando mirando el celular, y siempre ando atenta a todo. Siempre fui así y también en Tres Arroyos no me confío de nada ni nadie. Al ver tantas noticias, siempre estás alerta”, insistió. Y agregó: “es algo que parece lejano, pero nadie está exento de esas cosas, lamentablemente”. 

Ocurrido el hecho, esa misma noche su cuñada hizo la denuncia por teléfono a la policía, y posteriormente fue hecha también en la comisaría, según contó a este diario. 

 En la descripción que hace del intento de secuestro dejó en claro que no alcanzó a advertir cuántas personas se encontraban en la combi, pero de todos modos asegura haber visto a un sujeto cuando ella empezó a correr, pero notó que uno más se sumó a la persecución que se extendió por una cuadra. 

 Consultada por si el acontecimiento cambió algo en su vida, dijo que “si, de cierta manera más o menos, porque de noche yo nunca salgo, y menos sola. Ese día fue la primera vez porque mi novio no estaba y no me pudo acompañar. Pero me da miedo pasar por ese lugar, no me gusta salir ni a hacer los mandados de noche, y me da un poco de cosa ir hasta la parada de colectivo cada vez que tengo que ir a la Facultad, ya que está en una zona fea también, en 1 y 48”, afirmó. 

Las reacciones que fue conociendo después que hiciera público su caso, generó que sucedieran una serie de comentarios a partir de los cuales trasciende que “La Plata está cada vez peor, y por más que hagas la denuncia siempre queda en la nada, porque como no aportas datos certeros no pueden hacer nada. Pero tampoco mandan a patrullar la zona aunque sea los fines de semana”, se quejó la estudiante universitaria. 

Al finalizar la nota con La Voz del Pueblo, Sol dejó dos mensajes, en principio uno para las mujeres, cuando destacó que “lo más importante es que tomen consciencia, que tengan cuidado, y que ojalá no le pasa a más nadie”. 

Pero la futura Ingeniera Civil remarcó en el restante que fue dirigido a la comunidad en general que “como sociedad tenemos que recapacitar”, y llamó a “no culpar a las víctimas por salir tarde o por cómo van vestidas”. 

En esta misma línea salió en defensa del género y sostuvo que “estamos en peligro por el sólo hecho de ser mujeres. No importa qué llevemos o qué hagamos, siempre vamos a estar en peligro, y si no nos defendemos entre nosotros, estamos en mayores problemas”.   

El siguiente es el posteo que Sol Paredero compartió en la mañana de este lunes, después del intento de secuestro sufrido en la ciudad de La Plata. 

“El día sábado 4, a las 23:30 salgo de Av. 60, entre 8 y 9, para ir a mi casa que está a dos cuadras. Como siempre atenta y mirando para todos lados, viendo que haya gente sobre la avenida, pero no sé de dónde salió una combi con varios tipos, la cual empezó a ir cada vez más despacio al lado mío, (donde ya me asuste y supe que algo tenía que hacer) hasta que paró adelante y me paralice. En ese momento pensé qué hacer y salí corriendo para adelante que vi gente en la otra cuadra. Saltaron de la combi (blanca de la cual no vi caras ni patente del miedo) y me empezaron a correr y a decir que no gritara. Me alcanzaron a agarrar de la mochila y de los pelos (en ningún momento me quisieron robar nada material) pero me alcancé a zafar, y llegar hasta la esquina de 60 y 10 que había un bar con mucha gente y me ayudaron, en ese momento. Se subieron de nuevo a la combi y salieron a mil. Todo ese miedo en solo 100 metros, por suerte estoy bien gracias a que pude zafar y a esa gente que me pudo ayudar. Mi cuñada llamó a la policía, pero lo comparto para que se difunda y a nadie más le pase, tengan cuidado y al parecer aunque sean dos cuadras tenemos que tomar otras decisiones antes que caminar, por más que sea una zona súper transitada”.