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Ingresó al mar a pescar con sus dos hijos y terminó ahogado

Otra vez la tragedia se manifestó en un balneario de nuestra región. Esta vez, la víctima es un turista de Cañuelas que, al momento de ingresar al mar en su semirrígido, la embarcación se dio vuelta y no logró salir del agua con vida.

La víctima del segundo episodio luctuoso que se da en las playas de esta localidad turística perteneciente al distrito de Coronel Dorrego, fue identificada como Juan Mestre, de 67 años, quien ayer poco antes del mediodía en momentos que ingresaba al mar junto a sus hijos, Gastón y Paulo Mestre, sufrió el percance cuando fue alcanzado por la rompiente y, al darse vuelta el bote, terminó perdiendo la vida.

Según informaron fuentes policiales, el hecho ocurrió en el sector de pesca ubicado entre la segunda bajada náutica y la desembocadura del río Quequén Salado, a unos 200 metros del sector de baño y cercano al sitio donde el pasado jueves perdió la vida otro turista de Coronel Suárez cuando se bañaba mientras su familia pescaba.

A raíz de este episodio, se iniciaron actuaciones judiciales por “averiguación de causal de deceso”, con intervención de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°9 de Bahía Blanca.

 

Mar peligroso

La muerte de Mestre se sumó al deceso de Miguel Angel Soraires, el pasado jueves en el mismo balneario. En aquella oportunidad, y según informaron fuentes policiales tras la recepción de los primeros testimonios de sus familiares y testigos que estaban en el lugar, el turista oriundo de Coronel Suárez se encontraba en el agua bañándose, cuando por causas que no fueron establecidas, no pudo salir del mar y falleció.

A pesar de la autopsia practicada en Coronel Dorrego, donde se indicó que la víctima había fallecido por “asfixia por inmersión”, fuentes familiares que se comunicaron con este diario, indicaron que el deceso se habría producido como consecuencia de una descompensación cardíaca, según la observación de otro profesional médico consultado por ellos.

La tragedia ocurrió en inmediaciones a la desembocadura del río Quequén Salado, mientras sus familiares pescaban, en una zona distante del sector de baño, donde no hay guardavidas.

Al mismo tiempo, cinco días antes, en Monte Hermoso, Sergio Toro, un vecino tresarroyense que había viajado a esa localidad con su familia, pereció en el mar mientras se bañaba en una zona no recomendada para ello, ubicada a 7000 metros de las playas turísticas.

 

 

 

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