Los turistas que eligieron esta parte de enero para vacacionar no pueden quejarse con respecto al clima. Es que en lo que va del año, las condiciones han sido más que agradables para disfrutar de la playa y el mar. Y ayer, ese panorama no fue la excepción.
En comparación con el pasado lunes, cuando durante todo el día sopló el viento desde el norte, lo cual provocó que la temperatura haya sobrepasado con comodidad los 30 grados, ayer el escenario se modificó. El viento rotó hacia el sur, aunque sólo se trató de una brisa que generó un clima muy agradable y el sofocante calor de otros días no se hizo presente.
En la soleada y cálida mañana, la playa tuvo una buena concurrencia de público que aprovechó esas condiciones para disfrutar de esa parte de día. Las bajadas tuvieron movimiento constante. Familias enteras, cargadas con reposeras, sombrillas y el infaltable equipo de mate apostaron a la primera mitad del día y no se equivocaron.
El mar presentó condiciones peligrosas, pero de todas maneras fue el lugar indicado para la diversión entre el oleaje registrado. Mientras tanto, los guardavidas supervisaron con atención que los bañistas estén seguros. Los servidores, en comparación con el pasado lunes, tuvieron una jornada más tranquila. Sólo efectuaron dos intervenciones menores.
Pasado el mediodía, el viento comenzó a sentirse un poco más, aunque desde el sudeste. De todos modos, los turistas le hicieron “el aguante” y no se movieron de al lado del mar.
Los que prefirieron no internarse en el agua, apostaron por otras opciones para recrearse. Los partidos de tejo y los clásicos picados entre amigos y familiares fueron dos de las actividades de diversión con más adeptos. En el atardecer, el viento cedió en su intensidad y el panorama fue el ideal para que los turistas hayan permanecido en la playa hasta pasadas las 20 y de esa forma apreciar un atardecer para fotografiar.