Señora directora:
Como comerciante y profesional de pirotecnia y fuegos artificiales (hace 16 años que realizo la actividad inscripto en RENAR), he recibidos estos últimos tres años, todo tipo de agravio en las redes sociales, en algunos casos hasta el departamento de legales de Facebook actuó en mi defensa. No he querido responder a los ataques, ya que discutir en las redes con gente que adopta una posición totalmente necia y obtusa, no lleva a ningún lado. He recibido denuncias infundadas, de gente que se oculta tras una ONG para darle respaldo a sus actos, (y sólo logran quitarle seriedad a la organización con mentiras) y detrás de unas planillas de firmas, que sin desestimarlas, no llegan a un 5 o 6 % de la población del partido.
También se han ocultado detrás de “los vecinos de calle Saavedra”, denunciando un polvorín en la ciudad. Esos vecinos me conocen, y saben qué hago en ese lugar, que nada tiene que ver con la pirotecnia, y hay una inspección municipal que avala lo que digo. Mi sola presencia no implica pólvora a granel… Y lo único que han logrado con estas mentiras, es movilizar personal de explosivos desde ciudades más importantes, que genera un gasto oneroso, y que sale de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos.
Pero insisto, esto es un resumen mínimo de la fábula de corrupción y polvorines que han creado algunos con mucho tiempo libre… y a lo cual no me voy a sumar, como dije al principio.
Lo que sí me parece que no se puede dejar pasar, es que algunos personajes, salgan a brindar datos como reales, sin ningún punto de verdad. Es el caso de la publicación del día lunes del matutino local, donde De Benedetto, un concejal que le habla al pueblo, sale a dar por absoluta verdad información de mi local comercial, sin siquiera conocerme personalmente, y sin haberse acercado a consultarme. La verdad es que la venta no disminuyó, como dice él, al contrario, y lo pueden decir los clientes que fueron después de las siete de la tarde.
Igualmente, creo que lo importante no es si se vendió más o menos, sino que las figuras públicas, y con cargos públicos, salen a decir cualquier cosa como si supieran de lo que están hablando, para sólo poder figurar en el tema, que esta sobre las tablas, sin siquiera haber consultado a la fuente, porque el único que puede saber cómo se vendió, soy yo.
Sé que la pirotecnia es un tema muy conflictivo, con opiniones muy dispares. La actividad que realizo, está amparada por la ley de explosivos y sus reglamentaciones, hay una ordenanza municipal que regula la actividad, las habilitaciones se resuelven con el asesoramiento técnico siniestral de la Brigada de Explosivos de la provincia. Los productos están permitidos por el ANMaC (ex RENAR), y estudiados y ensayados por prestigiosas universidades. Y si se siguen las instrucciones de uso, son muy estables y seguros. Es un derecho otorgado por la Constitución Nacional, al día de hoy, poder vender y usar la pirotecnia como es debido.
Entonces creo que no merezco ese maltrato, que es, creo, el fruto de la impotencia de no poder cumplir un capricho por la vía que corresponde. Estoy absolutamente de acuerdo en las campañas de concientización, no comparto que la pirotecnia se use para molestar al vecino, de hecho fui el primero en la ciudad hace 8 años, en hacer una campaña con folletería informativa, y pregonar por la ordenanza municipal que nos regulara. Y ya hace varios años que no hay heridos por pirotecnia en la ciudad, y siento que de eso me corresponde un poco de mérito, porque el mostrador de mi comercio siempre fue una fuente de información sobre seguridad y buen uso de la pirotecnia. Y de eso pueden dar fe todos los cliente que año tras año van y consultan qué conviene para cada situación y cómo se usa.
Busquemos y publiquemos información real.
Dejo a consideración suya la publicación de esta nota, agradeciendo el tiempo que le llevó su lectura.
Un saludo cordial.
Santiago Lange
DNI 28.020.248