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Comerciantes afirman que afrontan una competencia desleal

“Es una competencia desleal”. Esa fue la categórica afirmación que comerciantes de Claromecó, con alta dosis de resignación, le entregaron a este diario cuando se les pidió una opinión con respecto a la venta ambulante que se ve en la localidad durante el período estival.

Se trata de un tema que despierta el descontento generalizado entre los pequeños empresarios que apuestan a tener “los papeles” en regla y, a partir de esa base, trabajar tranquilos durante la temporada. Sin embargo, observan una situación que no es nueva y que, a su vez, promete tener varios capítulos más, al menos por este verano.

A finales de 2016, el concejal vecinalista Santiago Orfanó, quien preside la Comisión de Turismo del Concejo Deliberante, había manifestado que una de las cuentas pendientes que quedó del año anterior fue la de abordar con mayor profundidad el tema de la venta ambulante. Y, asimismo, adelantó que será un aspecto a tratar con más detenimiento en este 2017.

Los comerciantes consultados coincidieron en señalar que se sienten en desventaja con aquellos que, por ejemplo, venden productos en la playa o en la calle. También consideraron que notan un aumento en la cantidad de vendedores “no registrados”. 

“Todos los veranos pasa lo mismo, pero ahora son más que antes”, señaló una de las comerciantes consultadas por este diario, quien prefirió no dar a conocer su identidad pero que, con grabador apagado, no ocultó su descontento con la situación dada.

 

Competencia desleal

“Tengo entendido que los comerciantes que tienen el local habilitado pueden tener vendedores. Pero los que vienen, venden y no pagan ningún impuesto, nos perjudican a los que tenemos todo en regla”, afirmó Soledad Mazzei, titular del comercio Dios te Oiga.

No dudó en señalar que se trata de una competencia desleal. “Es algo que me repercute en las ventas. Ellos manejan otros precios y no podés competir. No pagan impuestos, ni alquiler ni empleados, en caso de que los tenga”, expresó la comerciante, quien desde hace cuatro años que tiene su negocio y no baja sus persianas cuando finaliza la temporada alta.

En tanto, ve con buenos ojos que en la localidad funcionara una entidad que defienda los derechos de los comerciantes claromequenses, tal como existe en nuestra ciudad cabecera con la Cámara Económica.

“Acá no hay nada. Y encima los controles municipales son flojísimos. A nosotros nos persiguen y si se te atrasó algo por tres días, te llaman enseguida. Pero a los que no pagan nada, no se los exige con nada”, expresó.

“Considero que es una competencia desleal, totalmente”, aseguró sin pensarlo Alejandra Hiriart, dueña de Efecto Dominó, local que ofrece indumentaria, al igual que el comercio denominado Dios te Oiga.    

Agregó: “Llega el verano y los comerciantes que tenemos todo en regla queremos hacer un peso como corresponde pero aparecen los vendedores ambulantes, quienes, a su vez, tienen necesidades, aunque estaría bueno que también pagaran impuestos”. 

Entre sus apreciaciones, sostuvo que “no sé los costos que manejan los vendedores ambulantes. Noto que este año hay más cantidad, no solamente del rubro indumentaria. Hay de comida, de todo”.

Para Hiriart, significa “un esfuerzo muy grande” mantener su emprendimiento durante todo el año. Y aclaró que “es necesario que haya en Claromecó un organismo que defienda al comercio de localidad”.

 

Aportes 

El tema también incluyó a José Luis Merino, propietario de Océano. El comerciante se mostró en sintonía con sus pares, pero agregó: “No veo bien que haya venta ambulante que no aporte nada para la localidad”.

“Yo vendo ropa y observo que hay mucha competencia desleal. Viene gente a trabajar desde otros lugares y se va el 15 ó 20 de febrero. No dejan un peso para las instituciones ni para nadie. Creo que tendrían que pagar un canon y de esa forma que haya igualdad para todos”, sostuvo.

En concordancia con sus colegas, bregó para que en Claromecó exista una entidad que trate este tipo de temáticas. “Hace falta una cámara de comercio. Creo que es algo que deberíamos trabajar entre todos para tenerla porque nos haría muy bien”, aseguró.

“No me parece mal la venta ambulante. Lo que sí me parece mal es que no aporten nada para la localidad. No está bien que no paguen nada aquellas personas que sólo vienen a vender”, expresó.

 

“Afecta”

Por su parte, Marcos Lavarini, titular de Escencia, un espacio dedicado a la comercialización de indumentaria y bijouterie, afirmó que “la venta ambulante, ahora y con 13 años de actividad con el local no me afecta tanto, pero a la larga sí me repercute. Uno trabaja afrontando un montón de costos que no tienen aquellos que venden en la calle o en la playa”.

El comerciante sostuvo que con respecto al tema “venimos luchando desde hace años” pero “en Claromecó no tenemos una cámara empresarial que nos apoye. De todos modos, uno agacha los hombros y sigue trabajando”.

Entre sus apreciaciones, sostuvo que “a la larga nos afecta. Ves que en la playa te venden de todo y uno tiene que pagar muchísimos impuestos. Entonces creo que se produce una competencia desleal”.

“No sé a quién le corresponde abordar el tema. No quiero que esa gente se quede sin trabajo, pero sí que se regule la actividad y sea justo para todos”, manifestó Lavarini, quien aseguró que “uno con los años va trabajando igual, pero de todos modos se podría vender más. En otros rubros la venta ambulante le influye más, aunque lo que yo vendo también se comercializa mucho en la playa”.

 

Trabajar en regla

Cristina Marconi, titular de local conocido como Las Lavandas, transformó en palabras su pensamiento con respecto al tema. “Todo el mundo tiene derecho a trabajar, pero siempre bajo una reglamentación para que la venta no sea desleal”, indicó.

Posteriormente, la ex integrante de la Cámara Económica de Tres Arroyos manifestó que “la persona que vende en forma ambulante tiene que emitir su factura y estar en regla. No creo que haya más vendedores ambulantes que antes. Esto es la lucha de siempre”.

“Yo respeto el trabajo de todo el mundo, pero tendría que estar reglamentado como corresponde, tal como estamos nosotros”, afirmó Marconi, quien expresó: “Los que tenemos todo en regla, debemos afrontar costos que los vendedores ambulantes no. Creo que debe existir algún ente u organismo que regule eso”.

 

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