La tormenta política en Claromecó que describió este diario tuvo ayer un nuevo capítulo, en este caso con gestos tendientes a descomprimir la situación de conflicto y mostrar -al menos en público- que volvió la calma. Actitudes que, en todo caso, parecen darle la razón al delegado Carlos Avila, cuando desde su entorno se aseguró que no fue informado ni convocado el jueves pasado por la visita del subsecretario de Turismo de la provincia, Ignacio Crotto, a la localidad. Pese a que Pablo Ledesma, director municipal de Turismo, había indicado lo contrario.
El tema tomó estado público ayer por la mañana a través de La Voz del Pueblo y durante la jornada Ledesma llamó al delegado, así como el mismo Sánchez buscó bajarle el tono a las derivaciones de un hecho insólito y que provocó controversias que afectan a su gabinete.
El intendente realizó un recorrido en Claromecó y antes de partir para asistir a Orense le Canta al Atlántico, se aseguró la presencia de Avila en la paella exquisita y gigante que todos los veranos organiza el CAS Fortín Machado. Estuvieron también sus esposas, la ex delegada Mary Souto y Ana Busetti.
La gestión del responsable del Ente Descentralizado Claromecó Servicios Turísticos recibe una aprobación claramente mayoritaria, a poco más de trece meses de haber asumido. Se percibe en comentarios de turistas y de residentes permanentes, a partir de cambios que comenzaron a percibirse en la localidad.
Con su asunción, se encontraron respuestas en un lugar históricamente crítico para el municipio. Por sentido común, el municipio no puede darse el lujo de “ningunearlo” -como se indica coloquialmente- o generar circunstancias tan confusas como negativas en la visita de un representante de la gobernadora María Eugenia Vidal. Ayer, la evidente intención fue volver sobre los pasos mal dados. El tiempo dirá si se trató de una reacción sincera o sólo Pour le Galerie (para la tribuna, destinada a que lo vean los demás).
La interna
Pablo Ledesma trabajó con Crotto en Turismo durante la gestión de Daniel Scioli como gobernador. Recibirlo el jueves para él fue, en cierta medida, como un reencuentro. Le dio la bienvenida junto a Sánchez y al jefe de Gabinete, Hugo Fernández.
Sus diferencias con Avila han sido confirmadas por este diario a través de diversas fuentes y en este último incidente, lo que sucedió es que han quedado públicamente de manifiesto. De no cambiar esta realidad, puede resultar complicado, sobre todo en un área que requiere de un vínculo directo con Claromecó, principal destino turístico del distrito.
En un verano que transcurría con tranquilidad en términos políticos, la interna metió la cola en Claromecó. Sacó a la superficie divergencias que eran hasta hace poco subterráneas.
Demasiado riesgo en un año electoral y cuando finalmente, en la comunidad se evidencia cierto consenso con su representante. Se sabe además que son muchos los tresarroyenses que tienen parte de su corazón en la localidad. Un destrato o medidas que puedan ser contrarias al lugar no harían más que multiplicar las consecuencias negativas para el gobierno municipal.
