En la provincia de Buenos Aires existen en la actualidad 1585 villas y asentamientos precarios donde viven 420 mil familias, y más de un cuarto de ellos están ubicados en localidades del interior, de acuerdo a datos proporcionados por el Gobierno bonaerense.
La información aparece en el Registro Público de Villas y Asentamientos elaborado por la Subsecretaría Social de Tierras, Urbanismo y Vivienda, creado a instancias de la Ley de Acceso Justo al Hábitat. Fue dada a conocer por la agencia de noticias DIB, que tiene entre sus miembros fundadores a LA VOZ DEL PUEBLO.
Según estos registros, los barrios populares se dividen en 854 asentamientos precarios (que se encuentran en vías de regularización) y 415 villas miseria. También existe en los datos oficiales 316 sitios solo consignados como “otros”.
El registro arroja que en el Conurbano bonaerense existen 1134 villas y asentamientos precarios, mientras que en el interior hay 451, un 28% del total. En ese marco, 83 de los 135 municipios tienen algún tipo de asentamiento.
De acuerdo al relevamiento, unas 419 mil familias viven en este tipo de barrios, en condiciones de emergencias y con problemas de acceso a las redes de agua potable, cloacas y energía eléctrica. Se trata, según la media nacional de 4,6 personas por familia, de unas dos millones de personas.
El número se asemeja a los datos relevados por la ONG Techo en noviembre pasado, que había denunciado que el 55% de los asentamientos o villas del país están en la provincia de Buenos Aires.
Si bien el grueso de los barrios se encuentra en el Conurbano, un 28% se asienta en el interior. Las localidades con una mayor cantidad de asentamientos son Mar del Plata, con 80 villas y asentamientos precarios; Bahía Blanca, con 32; Zárate, con 22; Pergamino y Escobar, con 20; San Pedro y Berisso, con 18; Ensenada, con 17; San Nicolás, con 15; y Necochea, con 12.
El relevamiento también ubicó este tipo de asentamientos en Mercedes, donde se registraron 16 barrios; en Junín (10); en Tandil (7); en Pehuajó y Bragado (ambos con 5); Olavarría (3) y Chivilcoy (2).
En el Conurbano, en tanto, la mayor cantidad de asentamientos se ubican en La Plata, donde hay 129 barrios irregulares. Lo siguen La Matanza, con 115 villas; Almirante Brown, con 78; Florencio Varela, con 66; Lomas de Zamora, con 64; Moreno, con 61; y Malvinas Argentinas, con 50.
El Registro Público de Villas y Asentamientos se realiza en base a datos habitacionales georreferenciados de la provincia, y según se apunta en la página web del organismo es “una iniciativa para publicar información del déficit urbano-habitacional y de las distintas intervenciones públicas referidas a procesos de regularización urbana y dominial, producción de loteos sociales, financiamiento de programas habitacionales, planes de integración socio-urbana y demás acciones en materia de mejoramiento habitacional”.
La Ley de Acceso Justo al Hábitat fue aprobada en 2012, pero las demoras en su implementación llevaron a la Legislatura a aprobar a fines del año pasado la suspensión por un año de cualquier tipo de desalojos o acciones contra vecinos que se encuentren en el proceso de regularización de sus asentamientos.
En el distrito
En Tres Arroyos no hay un asentamiento o barrio completo de carácter precario, pero sí se evidencian en diversos sectores de la planta urbana construcciones con muchas carencias de infraestructura y familias que viven en condiciones muy limitadas.
En este sentido, se han analizado e impulsado proyectos -cuya forma de ejecución ha generado críticas en el Concejo- como el Banco de Materiales, así como también el municipio dio a conocer oportunamente la intención de poner en marcha una bloquera para generar materiales que puedan ser de utilidad en una ampliación o construcción.
Uno de los dramas sin resolver y que afectó a familias que legítimamente habían accedido a un techo, constituye las usurpaciones que tuvieron lugar en enero de 2012, luego de la adjudicación de viviendas del Plan Plurianual en un acto que se desarrolló en el Salón Blanco del Concejo Deliberante. Parte de las adjudicaciones se definieron a través de un sorteo, mientras que en otros casos se realizó una entrega directa a través de Desarrollo Social para familias con mayores necesidades.
También la falta de acceso a la red de agua o de cloacas representa otra falencia que se aprecia en lugares de la ciudad, con las consecuencias negativas para los habitantes que allí residen.
Los datos oficiales expresan la situación grave en todo el territorio provincial. Es un tema que merece una tarea activa y directa por parte del Estado, no para regalar propiedades, sino para favorecer que se cumpla el derecho a una vivienda digna y evitar que se extiendan las casas precarias tanto en la ciudad cabecera del distrito como en las localidades.
