Luego de un comienzo inmejorable para los turistas amante de la playa, Claromecó entregó ayer una jornada poco apta para disfrutar a pleno de su principal bondad natural. Y de este modo, se sumó un nuevo capítulo a un enero que, en líneas generales, mostró buen tiempo, pero, a su vez, discontinuo.
El martes comenzó con una intensa tormenta eléctrica que se dio en la madrugada, que además contó con precipitaciones y ráfagas de viento. Diez fueron los milímetros registrados por el pluviómetro. Las lluvias le dieron paso a una jornada gris en Claromecó y con contados momentos de sol.
El viento fue del sudoeste. Sopló con intensidad durante todo el día. Ante esto, la playa estuvo muy lejos de mostrar la imagen que tuvo el pasado lunes, cuando se vivió uno de los mejores días de enero.
Ayer, en cambio, la temperatura no superó los 22 grados. Un mar “enojado” fue motivo de apreciación de aquellos turistas que apostaron por una tranquila caminata en la costanera o bien a metros de la orilla, siempre con un abrigo a mano. De todos modos, estuvieron los que, con un buen reparo, se animaron a pasar la tarde en la playa. Y, llamativamente, hubo quienes se dieron un buen chapuzón en el picado mar, a pesar de sus condiciones.
Con este panorama, las reposeras y los equipos de mate se trasladaron a los espacios verdes. Tanto plazas como la Estación Forestal, Puerto Mosquito y el Paseo del Arroyo fueron algunos de los lugares predilectos por familias y grupos de amigos para compartir la tarde junto a la naturaleza que ofrece Claromecó.
