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Incorporó dos desfibriladores

En instalaciones de la planta principal de Molinos Tres Arroyos, ayer por la tarde se realizó un curso de Reanimación Cardiopulmonar (RCP). La empresa adquirió en forma reciente dos desfibriladores externos automáticos (DEA) marca Philips, para utilizar en este tipo de emergencias.

Sergio López, gerente de Molinos Tres Arroyos, impulsó esta iniciativa que contó con la participación de empleadores, directivos, así como autoridades del Parque Industrial y de otras empresas, ya que uno de los desfibriladores estará a disposición de las firmas instaladas en el Parque Industrial como medida preventiva.

Quien estuvo a cargo de las indicaciones y de la capacitación fue el doctor Leandro Herrera, quien en primer término mediante un video institucional mostró a los presentes los pasos más importantes para desarrollar la reanimación cardiopulmonar, que incluso les puede servir a los empleados y a quienes asistieron para utilizar en una situación de salud que requiere de auxilios. El profesional explicó cuestiones fundamentales y básicas, así como la manera en que funciona el desfibrilador.

 

Para salvar vidas

Leandro Herrera explicó que desde la empresa plantearon la necesidad de contar con este elemento como medida preventiva. Realizó demostraciones preliminares e hizo referencia a los conocimientos que se deben aplicar cuando una persona se desvanece, pierde el conocimiento o sufre un problema cardíaco o respiratorio.

El médico explicó que “lo primero que tenemos que controlar es el pulso de la persona que sufre el problema, poniendo los dedos sobre las arterias que están al costado del cuello y luego comenzar con las tareas de reanimación a la altura del esternón, a su vez se va pidiendo el desfibrilador y se avisa a emergencias (911) para que acudan al lugar. Pero es clave la reanimación que pueda hacer la persona en el inicio”. Explicó con claridad la forma en que se deben colocar las manos sobre el pecho -no el estómago- de la persona accidentada.

Indicó que posteriormente “se pone en marcha el desfibrilador, que va dando las instrucciones a la persona que está al frente de la reanimación. Es importante que cuando se pone en marcha el mismo, la persona se aleje y no esté en contacto con quien tuvo la dificultad de salud porque puede dar una descarga peligrosa y la idea es preservar la vida de quienes van a ayudar en estas emergencias. Deben ser alrededor de 120 compresiones por minuto y cada treinta de ellas se debe hacer la respiración boca a boca o utilizar un elemento que viene con el desfibrilador, aunque lo más importante es mantener las comprensiones y por ello a veces es aconsejable rotar las personas, debido a que es un ejercicio que cansa bastante”.

Tras estos aspectos técnicas y teóricas, se pasó a la demostración práctica. Empleados realizaron la ejercitación, en una práctica que se irá repitiendo los jueves en Molinos Tres Arroyos, oportunidad en la cual se seguirán sumando miembros de otras empresas.

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