Samanta Pluis coordinadora de la Casa de la Mujer “Guillermina Cirone” y Sonia Bustillo abogada de la institución e integrante del equipo técnico hablaron con LA VOZ DEL PUEBLO en ocasión de conmemorarse un año de la inauguración oficial del refugio para víctimas de violencia de género.
La tarea que comenzó el 2 de febrero de 2016 en Tres Arroyos se diferenció del resto de los municipios porque “se trata esta problemática de una manera diferente, muy seria en el sentido que no sólo es un refugio, sino que se trabaja todos los días del año, con todas las personas que denuncian violencia de género, sea física, psicológica hostigamiento, donde una mujer se sienta incómoda por una situación que vive por el solo hecho de ser mujer, todas las problemáticas”, comenzó abordando la temática la coordinadora del lugar Samanta Pluis.
En cuanto al abordaje de la tarea que realizan, la funcionaria explicó que “hemos logrado conformar un equipo de trabajo interdisciplinario, para ello recurrí a personas muy formadas que sé cómo trabajan y tratan a la víctima. Entre ellas a la doctora Sonia Bustillo que se incorporó desde el 1° de enero con basta experiencia en el tema -dentro de la secretaria de Seguridad- forma parte activa del equipo de la Casa de la Mujer, junto con otra colega que es Juliana Riobó y una acompañante terapéutica, Ivana Di Noyo, somos las cuatro personas que estamos las 24 horas a disposición de lo que vaya ocurriendo respecto a la violencia”.
Estadística y trabajo
“Nos ha dado resultado el trabajo diario con todos los casos, contando los casos graves que han requerido alojamiento. En enero tuvimos 85 denuncias formalizadas o que han ido a la comisaría o nos han llamado y los casos que vemos son un 25% de violencia física, casos muy severos, en la vía pública, muy graves donde las mujeres quedan con secuelas psicológicas más allá de las heridas. Acompañamos en estos procesos más allá que la Fiscalía y el Juzgado de Familia trabajaron activamente con todo lo que hemos necesitado, como la solicitud de botones antipánicos”, aseguró Pluis.
El seguimiento
La coordinadora de la Casa de la Mujer no dudó en mencionar que “la mayoría de los casos -es un espacio voluntario- se han logrado distanciar del círculo de violencia, pudieron hacer una separación física del agresor. Después que intervenimos en la urgencia contamos con otros recursos de la comunidad. Porque al día de hoy tenemos 482 denuncias desde el 2 de febrero de 2016 por lo que es imposible hacer seguimiento de todos, hacemos de los más graves por eso recurrimos a Construyendo o a Unidas hacia el cambio a los psicólogos de las unidades sanitarias para que la contención esté cerca de los barrios también. Respetamos lo que la gente decida para que lo sostenga en el tiempo”.
En cuanto a las personas que se alojaron en el refugio dijo que “hubo un promedio de tres personas por mes alojadas durante siete días. Si hay niños pequeños se prioriza que estén con ellos. Desde el ingreso se ve qué necesita y cómo está y se piensa en armar un dispositivo de egreso tal como lo determina la Red de Hogares de Protección Integral al que pertenecemos. Es una institución de puertas abiertas, lo que se hace es diagramar con los equipos técnicos toda la estrategia para esa familia”, amplió Pluis.
El violento
En cuanto a lo que ocurre con el agresor ante una denuncia de violencia de género, la abogada de la institución, Sonia Bustillo, indicó: “Hay una cuestión netamente procesal en los casos graves y si hay situación de violencia física por lo general quedan aprendidos por 24 o 48 horas según la gravedad del caso, queda en la justicia esas decisiones. Se trabaja muy bien y hay que destacar la tarea de la Comisaría de la Mujer y la justicia con la que tenemos comunicación constante, incluso a través de una llamada se puede actuar inmediatamente, además de contar con el acompañamiento”.
Y agregó: “En esta tarea los abogados tenemos que tener sensibilidad y una escucha activa y estar acompañados del trabajo en equipo. Fue un intenso trabajo en enero, por la cantidad de denuncias. Destaco los medios de comunicación que informan correctamente sobre el tema y eso ayuda a la hora de denunciar”.
La abogada analizó que “pensar en las 85 víctimas de este mes, y pensar el por qué de tantas denuncias es un trabajo de ahora en más, lo que es cierto es que la mayoría viene sufriendo esta cuestión hace años o meses, no es del momento, tanta concientización en los medios ha hecho que las mujeres no toleren tanto la violencia y luego hagan su propio proceso interno”.
Samanta Pluis añadió: “Todo ayuda, que haya un lugar, que se hable mucho de esto. Cuando hay indicadores de riesgo, como insulto, persecución, golpe en privado, en la vía pública, con armas, es una escalada eso es lo que miramos los efectores y vamos trabajando con el tema. No podemos saber hasta dónde va a llegar el agresor por eso es fundamental evaluar los indicadores en el discurso de la víctima porque de eso depende, saber dónde termina”.
A lo que acotó que “trabajamos en dos oportunidades violencia de hombres generada por mujeres, que no han necesitado resguardo, sino orientación. Trabajamos en general con mujeres”.
Decisiones en equipo
Pluis se refiere a las primeras actuaciones después de recibir una denuncia o al momento de atender a la víctima, “cada uno desde su mirada lo primero que hace es bajar el nivel de angustia para poder relatar de la manera ordenada y a partir de lo que la persona quiere actuar . No desde lo que nosostros pensamos que está bien, no tenemos prejuicios y tratamos de no sacar el tema de este lugar. Son las líneas básicas de trabajo, pensar en qué hacer para que la persona esté mejor. Después de un año de trabajo hay personas que han podido poner un límite al hecho de pensar que todo valía o naturalizar situaciones o no decir a nadie lo que te está pasandon o que te traten siempre despectivamente. La justicia tiene que poner límites en los agresores, que es la que actúa en cuestiones graves. Dar el un mensaje a la sociedad, decir lo que no está bien que hay que empezar a frenar. Tratamos de abrir el espacio no sólo a la urgencia, para las personas que han pasado por esta situación, también las convocamos a talleres para que sigan contenidas en el lugar.
Esperamos que la sociedad reconozca éste como un espacio válido, no sólo en un refugio, sino en un lugar de atención permanente”, reflexionó.