María Elena Knudsen sacó su auto ayer por la tarde y al sentir el olor a podrido y haber tenido que esquivar el agua una vez más -como cada vez que saca de su garaje-, explotó y vino directo al diario. “En la puerta de casa teníamos una pérdida de agua, la arreglaron y taparon el pozo. Pero hace un año volvió a explotar y desde ese entonces tenemos una charco enorme justo en la salida del garaje. Se junta basura, siempre hay mosquitos y un olor a podredumbre”, se quejó María Elena.
El marido se cansó de esperar que desde el municipio le arreglaran la pérdida. El último reclamo lo hizo hace un mes y medio. Pero no obtuvo ninguna respuesta.
LA VOZ DEL PUEBLO pudo comprobar que la vecina no exagera. Es importante la cantidad de agua que tiene en la puerta y el olor es muy fuerte.