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Por siempre, las 24 Horas de Pipo

Humilde, bonachón, solidario, pescadorazo, pero sobre todo -buen padre- son las características que definen a Angel Mario Hiriart, quien nos dejara el año pasado, pero no antes de haber marcado una profunda huella en el corazón de su familia y amigos. Pero especialmente en el sus hijas María Magdalena (Maruu) y Macarena, las protagonistas de ésta pequeña gran historia con la que evocan a la figura de Pipo, su padre.   

“Antes que nada te aviso que todavía estamos a flor de piel”, dijo Macarena a LA VOZ DEL PUEBLO mientras se escuchaba que su hermana coincidía. Y así comenzaba la entrevista. La causa es porque aún mantienen frescas las sensaciones que las movilizaron y las llevaron a estar presentes en la reciente edición de las 24 Horas de la Corvina Negra.

“Jamás en la vida pescaron”, me contó Claudio Menéndez. El fue quien al aire de Radio Comunidad Claromecó dio a conocer la anécdota, que desde La Voz del Pueblo no dejamos pasar por alto, para poder narrarla y hacerle justicia. Simplemente porque describe un gesto de amor entre un padre y sus hijas, que la muerte no hizo más que consolidar.

 

La inscripción

“Yo todos los años colaboraba con Papi en pagar alguna entrada. El tema era así. Si él pescaba, el premio era de él. Ahora si el premio era por sorteo, íbamos a medias”, contó Macarena con el sonido de su voz enmarcado entre una sonrisa que se confundía con el puchero de un llanto.

Siguió contando que cuando comenzó a hablarse en todos lados de Las 24 que se venían, asomó la idea. “Dijimos qué bueno sería poder comprar la inscripción como hacemos siempre, y de última participar en el sorteo a modo de homenaje. Para que no se perdiera la tradición. Es una forma de mantenerlo -no sé si decir vivo- pero sí de mantener su espíritu”.

Las dos reconocieron que a pesar de haber tenido a Pipo de padre, de pesca no sabían nada. Pero aún así contó que le propuso a su hermana “si quería comprar la inscripción a medias conmigo para entrar en el sorteo. Dijimos que sí. Y tres días antes del concurso viene mi vieja y dice: Porqué no vas a pescar Macarena? Si la entrada ya la tenés, es una posibilidad más. Fue así como su madre, Virginia -conocida como Viky- colocó el ingrediente que faltaba para que el buen aroma que se respiraba en el aire, termine de cocinarse.

 

Una caña vuelve

Allí se le disparó a Macarena la idea de llevar la caña de su padre. Esa vara también tiene una historia especial. “A mi papá le habían regalado hace muchísimos años una caña. Creo que se llama Paulino García el que se la regaló. Una caña que para mi papá era muy preciada, y que por una mala situación económica la tuvo que vender. Y a mi siempre me había quedado la idea de conseguírsela para regalársela nuevamente, es como que la anhelaba a esa caña”, relató.

Contó además que “después de fallecido Pipo, fuimos a San Cayetano a recibir una placa que le habían hecho todos los clubes en reconocimiento, y me encontré con la persona a la que mi papá le había vendido la caña. Y le pregunté si la tenía, que se la quería comprar. Pero él me dijo que él también la había vendido”. El comprador había resultado ser un primo de Pipo, que al enterarse de la búsqueda que llevaba adelante Macarena, se la hizo llegar de regalo. Ella explicó que “el papá de él era primo de mi papá. A la caña me la trajo el novio de una amiga. Ahora tengo que ver qué puedo mandarle de regalo (a Mariano) porque me la dio desinteresadamente”.

 

A equiparse

Con caña en mano, aún faltaba un reel y el resto del equipo que un pescador necesita para pasar 24 horas frente al mar. Para esto llegaba el turno de dos personas especiales. 

Macarena contó que fue así como por facebook comentaron la idea que tenían con su hermana Maruu, pero para cumplirla necesitaban ayuda para reunir el equipo. Así aparecieron “Lile Taboada y “El Tor Mario Kuhlmann. “Los destaco porque fueron los mejores amigos de papá. Lile nos mandó una caja con plomadas, líneas, elementos de pesca, y el Toro me enseñó a armar la línea, cómo hacer el chicote y armó el reel para que estuviera listo para pescar. Y hubo un montón de gente que nos ayudó con otras cosas como por ejemplo desde una linterna, y hasta estacas para las carpas”, describió.

 

La experiencia

Así las hijas de Pipo se fueron a la playa. Eligieron un lugar ubicado 500 metros después del Pozo de Alonso, donde poder llegar en auto, y donde no hubiese tanta piedra. “No sacamos ni un pescado, pero la pasamos genial. Nos acompañó mi sobrino que se quedó a pasar toda la noche conmigo, Juan Martín, que es el nieto mayor de mi viejo”, compartió Macarena. Y agregó que lograron estar frente a la caña “19 horas pescando porque se acostaron entre las 3 y las 6.30 para descansar. Después confió que su plan inicial era trabajar hasta las 20, pescar hasta la medianoche, y luego volverse, pero que Billy -su pareja y padre de sus hijos- le dijo que se quedara.    

Además del equipo de pesca que pudieron reunir consiguieron “una carpa, mantas, almohadas, conservadora, comida, una sombrilla”, y hasta contaron con la visita de su otra hermana, Delfina; de Alicia, la esposa de Pipo; y de Virginia, la madre de las dos pescadoras. Esa misma noche -incluso- una amiga también se acercó a visitarlas y les llevó de regalo un vino blanco. Le erró con el color de la uva, porque el regalo tenía que ver con una cábala, y el vino que siempre recibía Pipo, de parte de un amigo cuando participaba en un concurso de pesca, era tinto.

Igualmete la experiencia pesquera les dejaría anécdotas para contar. Al momento de comenzar su participación en el concurso del Club Cazadores necesitaron -como era de esperar- un poco de ayuda. “Un muchacho se acercó mientras nos vio llegar y preguntó si necesitábamos ayuda y le dije sí -por favor- porque yo no sé pescar, y así me tiró la línea durante todo el concurso”. Y (alabando el reel de Pipo) le dice a Macarena: “¿Sabés lo que tenés vos ahí?, un Vento. Ves mi reel, es un R-12”.

 

Volverán

Después de haber experimentado la experiencia de Las 24, no lo dudan. Volverán. “Es el primero de muchos, para seguir sintiendo lo mismo. Y yo se que en el algún momento quiero que la portada del diario -como en un momento publicó: “El haragán de Pipo”, cuando mi papá le dio un haragán a un amigo pescador (Santiago Chedrese) que terminó ganando el concurso, quiero que en algún momento pesquemos algo y que se diga que fue por La caña y el reel de Pipo, para seguir manteniéndolo en los diarios como siempre estaba después de un concurso”, dijo.

 

“Fue amor”

Por su parte, Maruu, que se había mantenido en silencio, agregó que su padre no les inculcó la pesca, pero que siempre “quería que nos metiéramos, que estuviéramos en contacto con la pesca, porque ahora el 5 de marzo son Las 6 Horas de variada de mar del club Echegoyen, donde él colaboraba”, y es donde ella y su hermana ya suman tres años ayudando con las inscripciones, y en lo que fuere necesario. “Quería que nosotros colaboremos con su club y este año volvemos a estar presentes para ayudar”, comentó.

En el cierre de la entrevista Maruu explica qué les inculcó su padre respecto a la pesca, la actividad que ellas nunca habían practicado pero que desde ahora es parte de sus vidas para mantener vivo el espíritu de su viejo, y -no sin lágrimas- aseguró que “fue amor, porque él desde los 8 años que pescaba”, y recordó mientras el llanto le quebraba la voz, que cuando Pipo “tuvo el problema del corazón estuvo muchos años sin pescar, y en 2005 cuando ganó la camioneta en el concurso de Monte Hermoso, estaba orgulloso de seguir vigente por más que estuvo varios años sin poder agarrar la caña. El decía que -de todos los deportes- era el más lindo, donde no hay pelea. El amaba la caña”, dijo sobre el cierre.

 

 

 

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