El gran simulador de Tandil
El desarrollo de un entorno inmersivo para aprender a manejar máquinas agrícolas y un simulador para operarios de una central nuclear, son dos de los desafíos que este año se propuso el laboratorio argentino Media.lab, con sede en Tandil, después de implementar exitosamente simuladores para conductores del subte, operarios de fábricas y estudiantes universitarios, entre otros.
“Hoy estamos trabajando en distintos prototipos: desde un simulador de tiro pasando por otro de maquinaria agrícola y máquinas para depósitos, como son los autoelevadores. Las posibilidades son enormes, casi que el límite es la propia imaginación”, destacó Cristian García Bauza, coordinador de Media.Lab, un espacio multidisciplinario centrado en la investigación y desarrollo de aplicaciones de computación gráfica, realidad virtual e interacción humano-computadora.
Este innovador laboratorio argentino funciona dentro de la órbita del Instituto Pladema -dependiente de la Comisión de Investigaciones Científicas y la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (Unicen)-, y cuenta con 25 investigadores (12 desarrollan líneas de investigación propias, tres corresponden a personal de apoyo y nueve son becarios e investigadores en formación).
“La línea principal de este grupo se centra en investigar e implementar técnicas innovadoras para el diseño de simuladores de entrenamiento, sistemas que permiten capacitar operarios en el uso de máquinas y vehículos a través de una serie de ejercicios”, como si fuera el mundo real, explicó el investigador.
Hoy y mañana
Entre las iniciativas exitosas desarrolladas por Media.Lab, se destacan los simuladores y entornos de realidad virtual CAVE (Computer Assisted Virtual Enviroment) con fines pedagógicos y de capacitación.
García Bauza destacó entre los proyectos ya terminados e implementados con éxito el simulador de conducción de trenes para los subterráneos de Buenos Aires, que “es único en su tipo y está íntegramente realizado con tecnología y conocimiento argentino. El sistema permite recrear ejercicios de operatoria y conducción para todo el material rodante de subterráneos”.
Tras esa experiencia, el Media.lab lleva adelante un proyecto junto con la Red de Universidades Petroleras que consiste en desarrollar una serie de aplicaciones de realidad virtual para recrear los pozos petroleros de Loma Campana (Vaca Muerta) y la operación de perforación con objetivos pedagógicos.
“Además, también nos encontramos desarrollando, en conjunto con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), un simulador que permite a los operarios de una central nuclear conocer el edificio en detalle y sus recorridos, practicar movimientos y ubicar los elementos”, subrayó el coordinador.
Proceso de desarrollo
El proceso de desarrollo de un simulador, sostuvo García Bauza, “se inicia con una visita al escenario en donde se hace un registro técnico de la maquinaria real y su entorno”. De esa forma, luego recrean la visual del ambiente, mediante técnicas de computación gráfica 3D.
“En el caso del simulador de subtes, por ejemplo, luego se implementaron los modelos físicos y matemáticos de las formaciones (vagones) y los desplazamientos de las personas para recrear la infraestructura, escenarios y situaciones con un alto grado de realismo”, comentó.
Las necesidades de los simuladores para entrenamiento -continuó García Bauza- “surgen a raíz de la necesidad de lograr mayores niveles de seguridad para el conductor que opera la máquina real, para el entorno y las personas que se encuentran cerca”. (DIB/Télam).