La cena de gala celebrada anoche en el Palacio Real de Madrid, un verdadero honor de los reyes de España para el presidente Mauricio Macri y su comitiva en este viaje de Estado al país ibérico, fue comentada en todo el mundo por los gestos tendientes a alentar el vínculo entre España y la Argentina. Entre los muchos honores que rindió el soberano al primer mandatario argentino se encontró la entrega de una distinción de gran relevancia: la Orden de Isabel la Católica, de la que el rey es el Gran Maestre.
Esta condecoración, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, tiene como objetivo “premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional”. El año pasado, se hicieron acreedores de esta distinción la canciller argentina, Susana Malcorra, y el duque de Alba, por citar algunos nombres. Mauricio Macri y Juliana Awada son los primeros en recibirla este año. La expresidenta Cristina Kirchner recibió el Collar en 2009.
La Orden, fundada en 1815 por el rey Fernando VII con el nombre de Real y Americana Orden de Isabel la Católica, consta de los siguientes grados: Collar, Gran Cruz, Encomienda de Número, Encomienda, Cruz de Oficial, Cruz, Cruz de Plata, Medalla de Plata, Medalla de Bronce.
Sin embargo, solo los dos primeros grados son informados en el Boletín Oficial de España. En este caso, Macri recibió el Collar, y la primera dama, la Gran Cruz. Ambos lucieron estas joyas en la gala.
Cómo es el Collar
Según el reglamento del Ministerio de Asuntos Exteriores el Collar que recibió Mauricio Macri corresponde a la siguiente descripción: una pieza central, sello de los Reyes Católicos, representado por un águila de oro, en cuyo centro, ocultando el cuerpo de la misma, se destaca el escudo cuartelado de las Armas de Castilla y León, que corresponden a la reina Isabel, y las de Aragón y Sicilia, al rey Fernando; a ambos lados del escudo parten las piezas o eslabones de que se compone el Collar, sumando en total quince, separadas estas piezas por dos hilos de cadena. En ocho eslabones de forma rectangular figuran, enlazados, un grupo de cinco flechas y un yugo; sobrepuestos en estos atributos, se hallan las letras F.Y., de carácter gótico, esmaltadas en rojo, y que corresponden a las iniciales de los Reyes Católicos. Los siete eslabones restantes, que se colocarán alternando con los anteriores, estarán formados por una corona de laurel de forma circular, en cuyo centro figuran los atributos de dos mundos coronados y dos columnas con la leyenda “Plus Ultra”. Llenando el resto del campo de este escudo, los rayos de luz que irradian los dos mundos, unidos con “fraternales lazos”, simbolizados por una cinta de color rojo, que los enlaza. Pendiente de la pieza o eslabón central, mediante una cadena doble, está la cruz de 60 mm.. El reglamento explica también que “las personas que estén en posesión del Collar podrán usar en actos cuyo ceremonial no requiera ostentar el mismo, una Gran Cruz de iguales características que las descritas para el grado de Gran Cruz, con la diferencia de que la banda del Collar estará formada por una cinta de moaré de seda, de 101 mm. de anchura, de color amarillo oro, con dos franjas de 10 mm. de color blanco, situadas en los bordes de la cinta y a escasa distancia de su orilla, y las ráfagas de la placa serán de siete facetas.
Cómo es la Gran Cruz
Consta de una banda de moaré de seda de 101 mm. de ancho, que debe colocarse terciada, del hombro derecho al costado izquierdo, de color blanco, con dos franjas de color amarillo oro de 24 mm. de ancho, situadas en los bordes de la cinta y a escasa distancia de su orilla, uniendo los extremos un lazo de cinta angosta de la misma clase, de la que pende la venera de la Orden. La medalla es una cruz, y sobre el costado izquierdo tiene una placa de 85 mm. de diámetro total, de metal dorado, formado por cuatro brazos iguales y simétricos, cuya parte central o llama va esmaltada de rojo; alternando con estos brazos, tiene “cuatro ráfagas bruñidas, de cinco facetas”. En su parte central se ve una corona de laurel, atada con una cinta blanca, donde se lee, en letras doradas, “A la lealtad acrisolada”, en la parte superior, y “por Isabel La Católica”, en la inferior – la frase es el lema original de la Orden-. Como remate del laurel, tiene un círculo azul con las iniciales de los Reyes Católicos. En el centro, un escudo circular, con idénticos atributos a los del collar.