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Los agrónomos, muy cerca de su Colegio

A poco más de dos años de haber empezado a recorrer el camino en busca de la independencia, los ingenieros agrónomos de la provincia de Buenos Aires están muy cerca de cumplir el objetivo. El Proyecto de Ley que contempla la creación de un Colegio Provincial que involucra también a la ingeniería forestal y otras profesiones ejercidas por los egresados de carreras universitarias de grado de las Ciencias Agronómicas y Forestales, ya fue aprobado por la Cámara de Diputados bonaerense y ahora espera que lo haga el Senado.
“Vamos por muy buen camino. Durante todo 2016 trabajamos duro para poder presentar un Proyecto de Ley que contemple la posibilidad de la creación de un nuevo Colegio, independiente del actual Colegio de Ingenieros. De la mano del diputado Ricardo Lissalde, de la localidad de Saladillo, lo presentamos en la Cámara de Diputados de la Provincia, que luego de pasar por la Comisión de Asociaciones, Federaciones y Colegios Profesionales y la de Legislación General, se trató en el recinto. Esto ocurrió el 21 de diciembre y se aprobó por unanimidad, pasando a la Honorable Cámara de Senadores, para su aprobación definitiva”, explicó el ingeniero Fidel Cortese, presidente del Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos, una de las entidades que integran la Red de Asociaciones de Ingenieros Agrónomos de Buenos Aires (RAIBAB).
Esta red está conformada por más de 30 asociaciones, círculos y centros de ingenieros agrónomos del interior de Buenos Aires y la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Norte de la Provincia de Buenos Aires (AIANBA) que tiene más de 50 años de existencia. Y se creó a fines de 2015 como primer paso para lograr la independencia del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (CIPBA).
“Si el Senado aprueba la ley, el Poder Ejecutivo tiene 60 días para dictar la reglamentación, más 30 días para designar una comisión especial que tendrá 90 días para llamar a una Asamblea Constitutiva, a partir de la cual comienza a funcionar el nuevo Colegio”, indicó Cortese.
– ¿Por qué se quieren separar del actual Colegio de Ingenieros?
– El Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires conglomera innumerable cantidad de profesiones de la ingeniería -civil, hidráulica, electricista, industrial, química, en petróleo, etc.-, son más de 100 profesiones, donde la agronomía tiene poco que ver, ya que su diferencia principal la determina su naturaleza biológica.
– ¿Qué representación tienen en el actual Colegio?
– A pesar de que los ingenieros agrónomos representan más del 20% de los matriculados del CIPBA, prácticamente ninguna representación. El actual Consejo Superior del Colegio no tiene ningún agrónomo entre sus 20 miembros. Sólo hay un Departamento de Agronomía pero no tiene poder de decisión, ni siquiera un presupuesto propio, cada acción que toma debe solicitar autorización del Consejo Superior, funcionando solamente como órgano consultor.
– ¿Cuántos agrónomos hay en la provincia?
– En la actualidad, más de 12.000. Pero matriculados en el CIPBA, con la matrícula y las obligaciones previsionales al día, menos de 1.000. Las cifras hablan por sí solas, no nos sentimos representados ni defendidos, es por eso que naturalmente surge este movimiento para separarnos y propender a la creación de nuestro propio Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales.
– ¿Por qué hay tan pocos técnicos matriculados?
– Porque a la falta de representatividad, se le suma una caja de previsión social 
que está totalmente fuera de la modernidad y que nos obliga hacer un doble pago de haberes jubilatorios. La mayoría de los 12.000 que ejercemos la profesión lo hacemos en forma independiente, entonces aportamos a la ANSES, o los que están en comercios, lo hacen a otras cajas previsionales, y el Colegio te exige un doble aporte, para una caja -además- que paga menos que la mínima porque ni siquiera actualiza igual que la ANSES la jubilación.
– ¿Qué complicaciones le genera al técnico no estar matriculado?
– Significa ejercer la profesión por fuera de la ley. Porque hay una ley provincial que regula el ejercicio de la profesión que indica que tenés que estar matriculado en un colegio provincial. 
– ¿No podían lograr la independencia del CIPBA de una manera más sencilla?
– Nosotros intentamos salir con la anuencia del Colegio, explicando las razones que creemos que son más que valederas. No tenemos nada en contra ni de las otras profesiones ni del Departamento de Ingeniería Agronómica, es más queremos que la gente que está trabajando ahí pueda funcionar en un eventual nuevo colegio. Porque trabajan muy bien, tienen experiencia y los necesitamos.
– ¿Qué apoyo tienen para fundar un colegio de agrónomos?
– De la inmensa mayoría de los ingenieros agrónomos y forestales de la provincia. Hemos ido organizando reuniones en distintas localidades y el apoyo es arrollador. Más de 35 asociaciones, círculos, centros como el CRIATA, con aproximadamente 10.000 profesionales, apoyan esta iniciativa. Pero además, el Ministerio de Agroindustria bonaerense, a través de su ministro el ingeniero Leandro Sarquís, ha sido quien nos ha dado uno de los mayores impulsos. Porque la provincia necesita de nuestro Colegio para acompañar e implementar las políticas que lleva adelante, sea quien fuere el que la gobierne.
– ¿Para qué fomentan la creación del nuevo Colegio?
– Para jerarquizar y defender una profesión que consideramos muy desvalorizada. Para generar más y mejores fuentes laborales para nuestros colegas, es sabido que de las universidades siguen egresando nuevos ingenieros agrónomos y forestales, muchos de los cuales enfrentan una realidad laboral difícil. Para interactuar más y mejor con las comunidades donde vivimos y ejercemos nuestra labor profesional, por ejemplo en lo referente a la regulación de Ordenanzas Municipales vinculadas a aplicaciones de fitosanitarios en zonas periurbanas. Para elevar significativamente el nivel de matriculación, no por obligación coercitiva sino por conveniencia profesional, ya que los colegas que apoyamos esta iniciativa deseamos trabajar dentro del marco regulatorio que las leyes nos imponen y porque la matrícula será exigible para la realización de tareas profesionales de gran importancia en lo ambiental y en lo productivo (Ejemplos: Ley de fitosanitarios, Ley del arbolado urbano, Ley de envases, Ley de suelos y fertilizantes, Ley de semillas, etc.). Pero además, para facilitar los objetivos de aumentar la producción en la provincia, cuidando el medio ambiente, aplicando buenas prácticas agrícolas, mitigando el impacto ambiental, implementado prácticas productivas que fortalezcan la sustentabilidad, incorporando valor agregado a la producción y todo tipo de innovaciones tecnológicas.
– ¿Cómo se organizaría el funcionamiento del nuevo Colegio?
Se dividirá la provincia en cuatro o cinco regiones o distritos en función de criterios productivos y agroclimáticos, donde cada región responda a características productivas similares. Cada una tendrá su sede en una localidad cabecera y dispondrá de gran autonomía, reduciendo así, los efectos negativos del “centralismo”. Se le imprimirá un fuerte carácter federal y representativo a la estructura organizacional del nuevo Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires: el trabajo de los colegas en los Centros, Asociaciones y Círculos de Ingenieros Agrónomos a nivel de cada distrito provincial, será la base de las acciones del nuevo Colegio. La actividad a nivel local es primordial por el protagonismo que los colegas adquieren en el trabajo gremial para la renovación y rotación de autoridades del Colegio.
– ¿Cómo tienen pensado administrar la recaudación que surja de las matrículas?
– Como dato llamativo la recaudación la administrará cada distrito y girará un porcentaje a la Sede Central, algo que casi nunca ocurre.
– ¿La sede estará en La Plata?
– No, estará en el centro de la provincia, lo cual redundará en menores gastos de traslados para los integrantes del Consejo Superior. La intención es formar una estructura ágil que resultará eficiente, con bajos costos, sin personalismos, con alta participación y rotación de autoridades. Se trabajará bajo el esquema de “redes”, algo que los ingenieros agrónomos sabemos utilizar muy bien.
– ¿El nuevo Colegio tendrá asociada una Caja Previsional o Mutual?
– No. La función del Colegio será la de velar que sus matriculados aporten a la Caja de Previsión que cada uno elija, lo mismo ocurrirá con la mutual de salud.
 
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Una rareza entre las provincias pampeanas
 
“La provincia de Buenos Aires es la única de la región pampeana que no posee su colegio de ingenieros agrónomos independiente y una de las tres en el país que tiene un Colegio mixto”, indicó Fidel Cortese, presidente del Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos, entidad que forma parte de la RAIABA.
“La ingeniería agronómica para nuestro país es una profesión por demás importante, teniendo en cuenta que la producción agropecuaria es la principal moneda de ingreso, y los agrónomos formamos parte de esa cadena productiva”, explicó. “Los agrónomos son los que ayudan al productor agropecuario en la toma de decisiones y en la adopción de tecnología, sin los conocimientos técnicos sería impensable una producción del volumen como la que tiene Argentina”, completó.
 
 
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Un objetivo buscado desde los 90
 
 
No es una novedad que los agrónomos bonaerenses desean formar su propio colegio, para de ese modo jerarquizar la profesión y, sobre todo, depender de una institución que entienda las realidades y necesidades específicas de esta rama de la ingeniería. En la década del 90, ante un reclamo muy parecido al actual, el CIPBA determinó la creación del Departamento de Ingeniería Agronómica. Aunque lejos fue de ser una solución, ya que apenas se trata de un órgano consultivo. Es decir, para cualquier cuestión, los agrónomos tienen que recurrir o pedir permiso al Consejo Superior del Colegio, que entre sus integrantes no tiene a ningún agrónomo.

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