Durante la visita de Diego Bossio se registró un incidente con el concejal del Frente para la Victoria, Martín Garrido. Motivó el mismo una conversación mantenida por WhatsApp en marzo del año pasado entre el legislador nacional y Nicolás Massot de Cambiemos. Además, el orfebre Perico Medina pegó en el ingreso al municipio y en la Cámara Económica carteles que decían: “Bossio – De Benedetto tránsfugas devuelvan la banca”.
Garrido interceptó a Bossio en la Municipalidad y antes de que éste ingresara al despacho del intendente le ofreció una bandeja de sandwiches de salame. Ante esa situación, el diputado preguntó: “¿Qué es esto?”. Garrido le respondió: “Un presente del FpV”.
Bossio se negó a recibir la bandeja y acusó al concejal de provocador. El edil kirchnerista entonces terminó el cruce diciendo: “Seré provocador, pero no soy vendepatria como vos que votaste con Cambiemos lo de los fondos buitre”.
El curioso presente que Garrido le acercó a Bossio tiene que ver con la causa que se judicializó conocida como “el chat del sandwichito de Bossio y Massot”. La acusación fue a raíz de la polémica conversación que mantuvieron los diputados, los legisladores kirchneristas denunciaron por supuestos delitos de “cohecho” al justicialista y al macrista. La causa la tomó el juez Norberto Oyarbide, luego de la presentación que hicieron Carlos Kunkel, Juan Manuel Pedrini y Rodolfo Tailhade, del Frente para la Victoria.
En la charla por WhatsApp, el jefe del bloque macrista le dijo al ex kirchnerista que “suba al cuarto piso” y le lanzó que no lo iba a “arreglar con cinco sandwichitos”.