Desde el pasado jueves Alejandro “Rocky” Luna dejó la sala de cuidados intensivos en la que estaba alojado en el Hospital Pirovano tras ser atropellado el pasado 2 de febrero y ya comenzó a recuperarse.
Según informó ayer a LA VOZ DEL PUEBLO su tía, Ana de la Torre, Rocky está mejor, pero aún conserva secuelas del dramático episodio en el que casi pierde la vida a manos de un conductor alcoholizado que perdió el control de su auto antes de atropellarlo y que termine dentro de un restaurante parrilla ubicado en la intersección de la calle Sadi Carnot y la ruta 3.
“Rocky todavía tiene secuelas, no recuerda nada de lo que le pasó, aunque nos conoce a todos, está lúcido y lo hice caminar. Está muy débil, pero nos conoce a todos”, comentó su tía, quien además trabaja en el Hospital Pirovano.
“Hoy (por ayer) empezó kinesiología y está alojado en clínica médica desde hace cuatro días”, dijo antes de agregar, “su vida ya no corre peligro, pero él no va a ser el mismo de antes. Ahora lo cuido yo, y también mis compañeras de (el área de) terapia (intensiva), porque yo ya no doy abasto”, señaló la mujer que lo acompañó desde el primer día en que sufrió el accidente.
En ese sentido, Ana de la Torre también destacó que Aurora, la madre de Leandro Choque, el conductor del auto que lo arrolló en la madrugada del 2 de febrero, la ayuda con todo lo que necesita para la recuperación del joven de 25 años, “la madre de (Leandro) Choque siempre está, le lleva lo que haga falta, comida o medicación, ella nunca se borró”, subrayó y, antes de terminar, agradeció al personal del Hospital Pirovano que colaboró con ella, sobre todo, después de haber estado internado en Bahía Blanca, donde se resolvió que sea trasladado nuevamente a Tres Arroyos, “quiero agradecer a todo el personal del Hospital Pirovano que fueron y son muy buenos con nosotros”, concluyó.