La Asociación Italiana Luigi Cadorna de nuestra ciudad arribó a su centenario e integrantes de su directiva encabezada por su presidenta Mónica Vernizzi realizaron una conferencia de prensa previa a los festejos para referirse a la actualidad de la entidad y también hacer un repaso de su historia.
Los integrantes de la asociación indicaron: “Nuestras instalaciones tienen historia, nosotros tenemos un sentimiento particular y lo que hacemos es poniendo el corazón. Nos hemos puesto al día con toda la historia en estos momentos de la programación de los festejos que hemos llevado a cabo”.
En cuanto a las actividades que se llevan a cabo en la actualidad, el menú es muy nutrido: “Hay en la parte alta alquilados los salones para yoga de adultos y niños, artes marciales, idioma italiano y clases de piano gratuitas”.
Más adelante destacaron que la entidad es abierta a toda la comunidad y reciben mucho apoyo, incluso se alquila el salón para fiestas, y además se cuenta con otro salón que se denomina Pinocho, “que está prácticamente alquilado todas las semanas”.
En cuanto a los recursos con que se manejan, explicaron que “además de los alquileres, está sólo la cuota de socios que son pocos, por lo tanto se hace todo a pulmón y trabajamos mucho nosotros, ya que cuesta mantener el edificio”.
En otra parte de la conferencia, comentaron que “de los inmigrantes han quedado pocos, es decir que la mayoría somos descendientes”.
Un poco de historia
La entidad fue fundada el 14 de marzo de 1917, como consecuencia de la gran inmigración europea que se produjo entre 1870 y 1920, “de los cuales el 50% de los llegados al país eran italianos”. El flujo migratorio se mantuvo con altibajos hasta la década de 1960.
Los inmigrantes se afiliaban a sociedades por la necesidad de obtener cobertura médica o protección laboral y realizar actividades recreativas y culturales, por lo que este tipo de sociedades se ramificaron en el interior de nuestro país.
Según consta en actas, la primera comisión directiva de la Asociación Italiana Luigi Cadorna estuvo compuesta de la siguiente manera: presidente, don Angel Zibechi; vicepresidente, Angel Dinunzio; secretario, Nicolás Gáspari; pro secretario, Lactancio Destéfano; tesorero, Enrique Gáspari; protesorero, Pero Deambroggi; vocales: Matteo Fascioti, José Peretti, Pedro Ferrari, Luis De Sábato, César Nicoletta, Pedro Mastrolorenzo, Luis Casinelli, Luis Tosca, Victorio Raimondi y Antonio Bottino.
El edificio se construyó sobre un terreno donado por Ana Paysas de Eliçagaray, en Lavalle y Mitre, y se levantó luego de evaluar varias propuestas y licitaciones. La sede consta de planta baja y primer piso y fue inaugurado el 11 de noviembre de 1926.