Tal como estaba previsto comenzó a desarrollarse un fin de semana con oferta para visitantes del día en San Mayol. El punto de partida fue un almuerzo en el salón de la Juventud y posteriormente el Via Crucis en el interior de la iglesia.
El encuentro gastronómico propuso un menú acorde al Viernes Santo con empanadas de vigilia como entrada, chupín de pescado como plato principal y panqueques de postre.
El día climáticamente hablando se mostró algo fresco con cielo nuboso pero sin lluvias, aspecto este último que resultó satisfactorio por la transitabilidad de los caminos vecinales que conducen hasta el poblado ubicado a unos 30 kilómetros del radio urbano tresarroyense.
Desde 15 se desarrolló la tradicional evocación religiosa, organizado por la comisión de la Iglesia. Como en oportunidades anteriores se recorrieron las distintas estaciones dispuestas en el interior de la parroquia, actividad con la cual los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer en detalle a uno de edificios más atractivos del pueblo.
Concluida la actividad, los visitantes se acercaron al Centro de Recepción Turística donde se llevó a cabo el sorteo de un huevo de pascua gigante, a partir de una organización llevaba a cabo por el Club 1° de Octubre de San Mayol. Posteriormente se desarrolló una recorrida por el pueblo para poder conocer un poco más de la historia y cultura mayolera a través de su arquitectura.
Las guiadas y el almuerzo fueron organizados por Espardenya, una inciativa en la prestación de servicios integrada por los mismos responsables del Centro de Recepción Turística; Carolina Goicoechea, Javier Campo Kihn y Ezequiel Lanza.
La jornada se dio también para momentos emotivos toda vez que -además de visitantes comunes- no faltaron los reencuentros de ex mayoleros que se acercaron a compartir un día distinto.
