Estalló la campaña electoral 2017. Prendieron la mecha los concejales y le siguió el secretario de Desarrollo Social, Francisco Aramberri, quien no perdió oportunidad de lanzar su candidatura precoz a intendente defendiendo lo indefendible.
Hace una semana aparecieron tímidamente los primeros indicios a través de las críticas vertidas por el concejal Guillermo Salim, quejándose de las fotos que se sacaba Cambiemos anunciando obras en Orense y Claromecó. Pareció darle más importancia a los anuncios que a las obras en sí, que tienen trascendencia y van a ser muy valiosas para los vecinos de ambas localidades.
Luego la sesión del último jueves fue el escenario perfecto para recordarle a la población que “se largó la primera”. Nuevamente el presidente de la bancada oficialista de quejó del destrato de Cambiemos está vez al no “invitar” al intendente Carlos Sánchez a participar de los anuncios por la nueva construcción de la ruta 3 realizados en Bahía Blanca por el ministro de Transporte Guillermo Dietrich.
Lo propio hizo el Frente para la Victoria acusando al gobierno nacional y provincial de anunciar el reverdecer de la economía, mientras los datos oficiales dan cuenta de cada vez más cierres de industrias y comercios, además de la pérdida del poder adquisitivo.
El Frente Renovador eligió cuestionar al Movimiento Vecinal y sus políticas costeras. Apuntó hacia el secretario de Obras Públicas, Eduardo Groenenberg, a través de palabras pronunciadas por el concejal Matías Fhurer. Hizo una crítica a la posible intervención del funcionario en la planificación costera y consideró que puede haber una “incompatibilidad” por ser propietario de una empresa que en alguna oportunidad intervino en desarrollos inmobiliarios costeros. “Tiene información que otros particulares no tienen”, opinó.
Cambiemos se defendió, en la misma acogedora reunión, enumerando obras -muchas iniciadas en la gestión provincial y nacional anterior- como parte de dar cumplimiento a la promesa de reactivar la economía a través de la obra pública.
Vendrán otros anuncios y seguramente más peleas por determinar quién es “el padre del borrego”.
La réplica
La Voz del Pueblo publicó un informe que daba cuenta de lo que algunos distritos del sur de la provincia invierten en deporte. Cabe recordar que el presupuesto de Tres Arroyos es de $2.817.183 (pero si se resta el gasto en personal, sólo quedan poco más de 839.000 pesos). El de Coronel Suárez es de 1.200.000 y similar suma se invierte en San Cayetano. El subsecretario de Deportes de Bahía Blanca señaló a este diario que dispone de tres millones de pesos anuales para trabajar con los clubes y dar otras ayudas como becas.
Sin embargo, nada de esto se dijo en la conferencia de prensa organizada para reclamar y responder a éste diario, pero sin su presencia.
Tal vez, de haber estado los periodistas “que no investigan” hubieran podido preguntar por los 300.000 pesos que el área debería destinar a ayudas sociales para deporte, el gasto de 17.000 pesos en publicidad y propaganda, la suma de 50.000 pesos por horas extras y el gasto total de personal de 1.977.323 pesos.
Las asistencias técnicas corren por cuenta del Fondo de Financiamiento Educativo y suman un promedio mensual de 4046 pesos por club. Pero no se obtienen del presupuesto que el municipio destinó a Deportes.
Queda claro que para el Ejecutivo el área no es una prioridad y que muchas de las carencias en este espacio surgen de no contar con los recursos para llevarlas adelante. Por citar un ejemplo, Bahía Blanca mantiene una Liga de Baby Fútbol que agrupa a 32 clubes barriales. En fin… está bien que el secretario de Desarrollo Social “defienda la gestión”, pero lo hace sin sustento.
Y la perlita?Uno de los acuerdos establecidos con el concejal Augusto De Benedetto para que éste apruebe el presupuesto fue el de gestionar becas o ayuda económica para deportistas de élite; hasta ahora, según admite por lo bajo el propio concejal, no se cumplió como estaba previsto y los aportes son insuficientes.