Como es tradición en el Colegio Holandés, el próximo sábado a partir de las 13 horas se llevará a cabo -con invitación abierta a todo público- el evento reconocido en la comunidad como El Bazar. El mismo, tendrá lugar en El Fanal (Pellegrini y Olavarría) y la entrada -180 pesos para adultos y 80 pesos para menores- incluye el almuerzo compuesto por asado, pollo, chorizo, ensaladas y helado. Habrá servicio de cantina, interesantes sorteos, y por la tarde, rincones para todas las edades y juegos nuevos. Además, café o té con tortas, pastelitos, tartas dulces y alfajores.
Además en el programa del día, se hace un homenaje a las docentes que se jubilaron el ciclo lectivo anterior. En este caso las profesoras Andrea López, Eugenia Echarry, Liliana Cañás y la directora del Jardín Semillitas, Marcela Goizueta.
La historia
En el año 1918, la colectividad holandesa-reformada hacía sus primeras incursiones en el ámbito educativo. Se había creado una pequeña escuela que funcionaba en la recientemente habilitada Iglesia Reformada. Documentos de esa época nos cuentan que “una comisión de damas” organizó un Bazar para recaudar fondos para la escuela, se reunieron 300 pesos. Así comenzó la historia de los bazares.
Desavenencias económicas hicieron que esa primera escuela cerrara y recién en 1930 se retomara la idea de crear un colegio formándose para ese fin una comisión escolar, y que específicamente la comisión de damas organizó el Bazar para recaudar fondos para dicho proyecto.
Con el correr del tiempo la organización de este evento recayó en una comisión formada por delegados de diversos grupos que funcionaban en el ámbito de la Asociación, por ejemplo el Consejo Eclesiástico, la Comisión del Colegio, Reuniones de Hombres, Damas y Jóvenes, entre otros.
Más tarde lo harían integrantes de la Comisión del Fanal. A partir del año 2000, ante las dificultades para conformar una comisión organizadora, el Colegio asume dicha responsabilidad a través de la comisión directiva y con la participación de directivos y docentes de los tres niveles educativos, así como como de miembros de la asociación, padres y allegados.
Siempre lo recaudado en el Bazar es utilizado para cubrir necesidades de la manzana del Colegio. De este modo se ayudó a financiar la construcción de aulas, el internado (hoy Jardín Semillitas), el Fanal y el edificio del nivel secundario.
Recreación
En cuanto a las actividades que se realizan durante esa jornada también se han ido modificando en el tiempo. En los primeros eventos organizados la actividad principal era la venta de productos elaborados por las damas (dulces, lácteos, prendas de vestir, productos de huerta o granja). De allí el nombre de Bazar. Con posterioridad se fueron dando distintas modificaciones como la incorporación de juegos para niños y mayores, sorteos, el almuerzo con los tan recordados asados de cordero y el remate de elementos donados por particulares y el comercio local.
Al asumir la organización el colegio, se buscó acercar más a las familias de los alumnos, y así se sumaron actividades para los niños de Jardín, entretenimientos para alumnos de primaria (pan de palo, decoración de tortas, cambios de look), y este año se planean juegos entre padres e hijos.
También el sentido ha ido mutando ya que en sus orígenes fue una actividad meramente recaudatoria y con el paso de los años fue transformándose en un espacio recreativo, de acercamiento entre la comunidad educativa y la asociación. Una oportunidad para compartir un día diferente, de recreación, con un buen almuerzo, juegos, charlas y mate. Todo en pos de ayudar al colegio.