Las buscan suculentas
Entre las madreselvas, la parra, el jazmín paraguayo y las glicinas del patio del antiguo caserón de la abuela Luisa había una especie de planta que no contaba con la aprobación de los chicos que andaban en triciclo ni con la de las nenas que se deslizaban en patines.
Eran plantas carnosas, sin flores, cuya única atracción era robarle las hojas y hacerlas explotar para ver el juguito que tenían adentro.
Esas plantas “carnosas” que no le gustaban a Jimena ni a sus primos, son las que 30 años después invaden las alzadas de las ventanas de su casa, un carrete de madera que oficia de mesa en el patio y repisas improvisadas con cajones de manzana.
Es que hace dos años la pasión por las suculentas llegó al país y destronó a los cactus que habían encabezado el ranking de las plantas más buscadas.
Su cuidado poco exigente, la facilidad para poder cultivarlas en lugares pequeños, como macetas y latas de conservas pintadas de colores, y el espíritu retro son factores que las posicionaron entre las plantas más buscadas no sólo a nivel local, sino en todo el mundo.
Recomendaciones
El vivero Mario, uno de los más grandes de Capital Federal, confirma que desde hace por lo menos dos años las suculentas fueron desplazando de las preferencias a los cactus, que venían siendo de los más pedidos.
“Esto pasa por una mezcla de cosas. La suculenta no necesita tanto cuidado y, además, lo que tiene que ver con la onda retro termina influyendo en la elección”, razona Mario Giudice, encargado del vivero, en diálogo con Télam.
Las suculentas necesitan tener luz y unas pocas horas de sol. Las condiciones de sol, humedad y viento hacen que varíe el riego que la planta necesita y lo mejor y más sano para una planta es que en lugar de guiarse por días uno toque la tierra para saber si le falta agua o no.
A su vez, Roxana Wolojviansky, de Rosario, que se especializa en cactus y suculentas, recuerda que las “modas siempre rotan” y que así como en algún momento fue el turno de las gramíneas ahora le toca a las carnosas.
En el caso de esta especie, enfatiza, es clave lo bien que se adaptan a cualquier clima y el poco cuidado que necesitan.
Económicas y vistosas
Gabriela, jardinera y propietaria de un vivero, en el sur del Gran Buenos Aires, coincide: las suculentas son muy usadas porque se cuidan fácil, se pueden tener en macetas chicas y no son caras.
“Se pueden tener en pequeños cuencos, necesitan apenas algunas horas de sol, poco riego y como no son muy caras, si se echan a perder, se cambian fácil. Además, son muy decorativas”, enumera entre sus virtudes.
El que estas plantas sean económicas y se vendan en pequeñas macetas permite jugar con distintas clases y de ponerlas en repisas, lo que le da una vida especial a las paredes de balcones, terrazas y patios.
Si bien, hay más de 8.000 especies diferentes de suculentas, la Santa Teresita, el Kalanchoe y la Echeveria son de las más pedidas.
Finalmente, propone Gabriela, podemos armar motivos con tres o cuatro diferentes en una “paila o en un tacho de zinc: queda como un minijardín”.