Finalmente el sueño fue cumplido: la Escuela de Equinoterapia adquirió su propio predio donde realizar sus actividades.
La buena noticia fue dada a conocer por integrantes de la comisión directiva, encabezada por su presidente, Juan Manso, durante una conferencia de prensa, anunciando allí que “estamos contentos por haber logrado el objetivo luego de tanta lucha, y gracias a Dios se pudo comprar un predio que en realidad no lo teníamos en mente, porque veníamos llevando a cabo nuestras actividades en otro que estaba apalabrada su compra, pero por un desacuerdo de las partes quedamos sin que se nos vendiera”.
Detalló que el predio adquirido “es donde había un refugio canino, perteneciente a la familia Villamañe, y tiene una superficie de media hectárea y debemos adecuar, pero reune las condiciones para seguir la actividad con los chicos”.
Acotaron que se les interrogaba acerca de “cómo íbamos a pagar el predio, pero con esfuerzo y trabajo, más el apoyo de la comunidad se ha podido cumplir este sueño”, y respecto al traslado indicaron que “le hemos solicitado a la dueña del predio que hoy estamos que nos espere un poco hasta que acondicionemos el nuevo lugar”.
En cuanto a los recursos para el gasto de la profesora y el petisero, “los tenemos de un subsidio municipal que viene del gobierno anterior y ahora el actual lo sigue brindando, y para mantenimiento, veterinario y otros gastos se hace frente con la venta de pollos dos veces al año, que tiene una gran respuesta de la gente, y de los concursos de pesca en la laguna de la familia Etcheto”, señalaron.
Si todo lo que realizan destaca la labor de los miembros de la Escuela de Equinoterapia, más la resalta el hecho de que “toda la actividad que realizan los chicos, que es muy importante, es totalmente gratis, que no es común en otros sitios, y brinda la oportunidad de recibir esta terapia a quienes lo necesitan sin costo, que en otros distritos cuesta entre cuatro y cinco mil pesos mensuales al niño”.
La actividad continúa a cargo de Natalia Falbo, “una profesional excelente y los padres están muy contentos con su trabajo”, y agregaron que además “se han adquirido dos caballos el año pasado que nos contaron 50.000 pesos, los cuales se han adaptado para la actividad, y nuevas monturas”, y en el crecimiento de la entidad resaltaron que “afortunadamente se agregó más gente con muchas ganas de trabajar”, y que “las puertas siempre están abiertas para que ingresen más chicos, siempre con autorización médica, y las clases son los sábados en Güemes al 500 desde la mañana hasta las 13.30”.