La Justicia de nuestra ciudad no tiene elementos para procesar al ex marido de Lucrecia Conde como el responsable de colocarle un explosivo del Ejército en el lavadero de su casa en enero de 2017, informaron ayer fuentes judiciales a LA VOZ DEL PUEBLO.
El inédito suceso ocurrió en la tarde del lunes 23 de enero, cuando la mujer de 29 años encontró el artefacto en su vivienda de la calle Sargento Cabral 925, donde residía junto a su ex pareja hasta su última separación.
Esa tarde, Conde llegó del trabajo a su casa y encontró una serie de mensajes amenazantes antes de ir a su lavadero y encontrar una bomba que supuestamente había sido robada del Ejército, causa que por estas horas es instruida por la Justicia Federal de Necochea.
Según pudo averiguar LA VOZ DEL PUEBLO en la Fiscalía de nuestra ciudad, ayer por la mañana se presentó de manera voluntaria ante la Justicia el ex marido de Conde, un hombre de apellido Panella, para prestar declaración en el marco de dos causas, una por “tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil” y otra por “amenazas agravadas”, imputaciones en el marco de las cuales negó toda responsabilidad ante la doctora Natalia Ramos quien, tras una consulta específica de este diario, reconoció que el Ministerio Público no posee elementos para imputarle a Panella la denuncia que Conde hizo en su contra patrocinada por la doctora Daiana Larsen.
Cabe recordar que el episodio tuvo una importante repercusión tanto en nuestra ciudad, como en medios regionales y nacionales, ya que, la presencia del proyectil generó preocupación entre vecinos y autoridades, quienes observaron con asombro como una unidad de la Brigada de Explosivos de Bahía Blanca lo retiraba del inmueble venticuatro horas más tarde para hacerlo explotar en un espacio preservado en inmediaciones a la Planta de Reciclado de Tres Arroyos.
La existencia de este artefacto, alimentó las sospechas de las autoridades sobre la posible sustracción del mismo desde una base militar de Azul, aunque esa investigación está desde febrero en manos de la Justicia Federal de Necochea.
No obstante, a pesar de su enorme convicción, la Justicia reconoció que no tiene elementos para imputarle la colocación del artefacto a la ex pareja de la mujer, quien seguirá procesado, pero por los otros delitos.